TIEMPO... Y ARRUGAS

Hay cosas que no podemos cambiar, el tiempo es una, no se puede alterar, el no sufre propensión a mudar, permanece inalterable. Sinembargo el cambia todo, altera todo. Los surcos que salen en el rostro son una respuesta de las alteraciones que el tiempo ha hecho en nuestra fragil humanidad,  esos pliegues en la cara que coloquialmente llamamos arrugas son la muestra nitida de los estragos del imperturbable tiempo en nosotros¿que nos enseñan? Que nada resiste el paso del impeterrito tiempo, que ningun dique de contención hecho por el hombre lo detiene, que ningun poder humano impide su tiranico accionar, que ningun deseo aplaca o minimiza su andar permanente, que no existe mecanismo para paralizar su itinerario, que todo lo que la imagineria humana crea para su control es en absoluto intrascendente, Los que le temen a la vejez, viven presa del pánico porque no saben marchar con el tiempo y quieren detenerlo, no han podido entender que el no hace paradas para esperar a nadie, que no restringue su caminar para adecuarse a caprichos o temores personales, el solo avanza, no hay barreras que lo detengan, el tiempo permanece, todo lo demas excepto su Creador, envejece y desaparece, no le temas a las arrugas, ellas también son vencidas por el tiempo, dejalas en sus manos que el siempre gana. Mientras se tenga arrugas hay vida, cuando ellas hayan desparecido es porque ya no existimos, preocupemonos por vivir no por te ner arrugas, ellas son las sinuocidades que ha hecho el tiempo en nosotros, en el continuo caminar, son la muestra de las furiosas confrontaciones que hemos dirimido para permanecer y seguir vivos, entre mas arrugas muestre tu rostro, mas contundentes y feroces han sido las batallas, son señal de las innumerables combates  que se han librado y como resarcimiento a tu pundonor se muestran orgullosas de haber ganado toda confrontación,  las arrugas no son una muestra de vejez, sino una confirmación de que eres vencedor en todas las batallas que dirimiste por la vida. Amalas porque ellas te recuerdan por donde pasaste,  no trates de eliminarlas, sera como querer borrar tu pasado y eso es imposible. No le temas a las huellas delatoras de aguerridos enfrentamientos para permanecer de pie en el mundo de los vivos. Las arrugas son un monumento a los vencedores, ellas son muestras visibles de vidas que enfrentaron las vicisitudes y no se doblegaron a la tirania del tiempo, las arrugas te dan la aprobación de guerrero implacable ante los imponderables encontrados a lo largo y ancho de la existencia terrenal. ¡VIVAN LAS ARRUGAS Y HONOR Y GLORIA A QUIENES LAS POSEEMOS, SON NUESTRO TROFEO DE LA VICTORIA!. Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.