jueves, 2 de julio de 2015

EL PASTOREO


Los problemas hay que llevárselos al Señor.

Entre las profesiones, si es que podemos llamar profesión al pastoreo, la que tiene el mayor índice de muertes por infarto es la de  pastor, la razón es simple, no solo tiene que lidiar con las dificultades personales, sino que además se agolpan sobre él, los problemas de cada oveja y cuando contamos el número de ovejas y multiplicamos problemas por ovejas sacamos el resultado de cuáles pueden ser las del pastor (2 co.11:29) ¿Quién enferma, y yo no enfermo?, ¿a quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Estas preguntas las hace el apóstol Pablo, luego de hacer un relato sobre sus grandes pruebas y dificultades, habla de sus sufrimientos personales y termina diciendo que estos no son suficientes, sino que también están sobre él, los que padecen los demás creyentes ¿con cargas de esta naturaleza, no se correrá el riesgo de que el estrés haga pedazos la resistencia humana y termine aniquilada la existencia? Pero el que es llamado por Dios ha esta formidable tarea, es respaldado por su Señor y sostenido por su poder y misericordia. El pastor no resiste esta grandísima tarea porque es fuerte, sino porque Dios lo sostiene.

Anécdota: 
un hermano con el cual trabaje durante algunos años en la iglesia, en una oportunidad que esta  se quedó sin pastor, por ser tal vez el más capacitado y contar con el apoyo de la mayoría, fue nombrado pastor interino, mientras llegara el pastor titular, unos meses después de estas pasantías fui a visitarlo y me dijo textualmente: el trabajo de pastor es para locos, pastorie dos meses y me enferme tres veces, le hice la pregunta ¿y por qué? Por los problemas que se presentan todos los días, fue su respuesta tajante.

Si el pastor quiere tener una larga temporada en este ministerio, tendrá que cumplir con exactitud rigorosa la orden del Señor: venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga (Mt 11:28,29)
He oído predicar mucho sobre este texto y por norma general  siempre dándole un enfoque de confrontación con el pecado y llamando al arrepentimiento, pero jamás a la iglesia de manera colectiva y al creyente en lo personal y menos al pastor en su ministerio. Pedro lo reitera cuando aconseja: echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.(1 p 5:7) los pastores tienen que hacer el trabajo a que fueron llamados, pero los problemas y dificultades hay que llevárselos al Señor y no cargarlos, porque eso es imposible para los seres humanos estén en el nivel espiritual que sea. En ninguna parte dice la Biblia, si Ud. es un gigante espiritual, puede llevar las cargas y dificultades de la grey, no, solo Cristo el príncipe de los pastores es el único capacitado para llevar semejante fardo de dificultades y turbulencias. Una señal inequívoca de humildad y mansedumbre es depender del Señor y la forma más exacta y precisa es ir y decirle al Señor. ESTAS SON LAS DIFICULTADES, ESTAS SON MIS CARGAS HAZTE CARGO DE ELLAS. Pero dejárselas a Él, no prestárselas cuando estamos orando  y después de terminar volverlas a traer encima de nosotros, dejar la carga en El Señor significa entregarla con toda confianza sabiendo que Él se hará cargo y que por ninguna razón tenemos que ayudarle, solo tenemos que confiar en su misericordia y su poder infinitos.

La iglesia es del Señor.

Una de las cosas que tiene que tener claro un pastor, es que la iglesia que Dios le ha confiado le pertenece al Señor y no es un regalo que Él le ha dado, por buena persona o por simpatía, es al contrario el regalo es a la iglesia representado en el pastor. En una época me quede con la iglesia que pastoreaba sin lugar a donde congregarnos, quedamos de un día para otro en la calle literalmente, eso para mí fue un golpe bajo y en medio de la ofuscación e incertidumbre llame alarmado y angustiado a mi pastor y comencé a contarle lo calamitoso de la situación, de esa larga conversación solo recuerdo una frase que me dijo y me volvió a la realidad. NO TE PREOCUPES QUE LA IGLESIA ES DEL SEÑOR Y EL SABRÁ QUE HACER CON ELLA. Durante mas un año peregrine con la iglesia, nos congregamos en las calles, en solares, en cualquier lugar que se podía conseguir, pero la iglesia permaneció, porque el dueño de ella la cuido y la sostuvo con su poder y su fuerza. Los pastores somos regalos de Dios a la iglesia y solo hay dos cosas que la iglesia puede hacer con ellos, los acepta, los cuida y muestra su agradecimiento  Dios con un buen comportamiento, apreciándolos y estimándolos o los rechaza, los repudia, los ignora y los desprecia ¿Qué harán Uds. con sus pastores? No quiero respuestas, quiero decisiones y acciones que demuestren una u otra cosa.

Donde hay ovejas, el corral se ensucia.

Cuando un pastor me pide opinión  porque la iglesia tiene problemas, siempre le aconsejo que se lea la primera carta de Pablo a los Corintios, y que preste mucha atención al  saludo, ¿que dice el apóstol en la salutación? y  haciendo un ejercicio con papel y lápiz, enumere después todos los problemas que salen a relucir y haga la comparación con los que tiene en la suya, sacando la conclusión de cual es más problemática. Estoy seguro que se sentirá aliviado, y que haciendo una lectura a vuelo de pájaro de la epístola se encontrara con dificultades tales como: cap 1. 10 divisiones,  11 contiendas, 12 caudillismo, 26 orgullo espiritual cap 3:1 hombres carnales ,3 carnalidad general, celos, contiendas, disensiones. cap. 4.18 envanecidos . cap. 5. 1 inmoralidad sexual.6 jactancia, cap 6. Pleitos, litigios y confrontación cap. 7. 1 problemas en el matrimonio, si hacemos una exegesis de esta carta nos encontraremos con dificultades de toda naturaleza, si quiere saber más léala con papel y lápiz a la mano y enumere todos los problemas para que se dé cuenta, si las ovejas ensucian el corral o es solo suposiciones. Y esa iglesia compuesta por ovejas y cabras es la que los pastores tienen que pastorear.

La tarea del pastor es obedecer al Señor.

El pastoreo es un llamamiento divino, no una elección personal. No es elegir y querer ser pastor, estudiar y prepararme  lo que me hace pastor, sino el llamamiento y la decisión del Señor lo que me hace pastor, todo cristiano que ha entendido que se debe a la autoridad de Dios y que su mayor responsabilidad es agradar a aquel que lo llamo como soldado, siente la necesidad de adiestrarse y capacitarse para el ministerio y ese ministerio no es necesariamente lo que le guste y apetezca, sino el que,  El Espíritu Santo decida encomendarle, nadie absolutamente conoce cuáles son sus capacidades espirituales y lo único que lo hace tener “éxito” es que acepte la misión encomendada por su Señor, escribo éxito entre comillas, porque en el campo espiritual, este no se mide con resultados visibles y no es sinónimo de hacer la voluntad de Dios grandes conquistas, el éxito en cualquier ministerio no depende de llenar la retina con resultados visibles, sino de obediencia al Señor, independientemente si se ven o no se ven, metas u objetivos alcanzados. Jeremías el profeta llorón, recibió el mote, porque lloraba  y se lamentaba día y no noche, por la indiferencia del pueblo de Israel hacia Dios y ninguno de sus mensajes encontraba retorno o señal de haber sido recibido por sus hermanos y después de 40 años de ministerio profético muere exiliado y sin un solo logro a la vista, la pregunta ante tan devastadora sordera y completo rechazo de sus hermanos es: ¿fue un fracasado?.Solo conociendo como se expresaba Dios de ellos entendemos quien fracaso:“Mi pueblo es insensato, no me reconoce, son hijos necios que no recapacitan: son diestros para el mal, ignorantes para el bien.”

Jeremías 4:22

“Sin cesar os envié a mis siervos los profetas […]. Pero no prestasteis oído ni me hicisteis caso.” Jeremías 35:15


Los pastores no son llamados para satisfacer los caprichos de las ovejas, ningún pastor lograra tener aceptación general, porque muchos tienen ideas equivocadas de su misión y responsabilidad,  oí aun hermano aconsejando a su yerno, vengase para la iglesia y hágase pastor, para que la iglesia lo mantenga y no tenga que trabajar ¿que les parece la oferta?

Haciendo el mayor esfuerzo jamás lograra que todos estén de acuerdo con su trabajo y como me ha pasado a mí, algunos tendrán la osadía de decirle: yo no creo que Ud. Sea pastor y también podrá responder, yo tampoco me la creo, así es que ya somos dos, pero ese no es mi problema, ni soy yo quien tiene que resolverlo. Dígale a quien me llamo, que porque metió la pata, porque cometió tan descomunal equivocación, ya que Ud. No  acepta, ni cree en su ministerio.

La iglesia no da ministerios sino Dios, si aquí hay pastores fue porque Dios mismo los eligió y la decisiones de Dios no se discuten sino que se aceptan y se obedecen.¿estamos de acuerdo?

¡oremos por los pastores!.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.