jueves, 21 de julio de 2022

CANCHILAS Y EL DUENDE

  

En el campo suceden cosas extrañas e inexplicables, en cierta oportunidad cuando la mulada iba cuesta abajo, con una muy buen visión del próximo tramo  que se iniciaba en una pequeña curva, para comenzar  pero ya subiendo nuestro papa y Canchilas vieron con sorpresa que un niño que por el tamaño no superaba los 2 años venia cuesta abajo a encontrase con ellos justo en la curva que desde donde ellos estaban presentaba un punto ciego y observaron hasta que llego a ese lugar desapareció por lógica al tomar ese pequeño espacio que los separaba apuraron para encontrarse con el pequeño en el recodo, pero para asombro de ambos no se veía por ningún lado, otearon el horizonte, miraron a todas partes y no se encontró la criatura por ninguna lado, pensaron que tuvieron una visión fatua, pero quedaron mas desconcertados cuando en el camino húmedo y de barro maleable, estaban las huellas bien marcadas de los diminutos pies de la extraña criatura, que no dejaba duda que lo que habían visto era real.

Mi papa curtido en estas lides, tranquilizo a Canchilas, explicándole que se trataba de un duende y que el ya había pasado en varias ocaciones por idénticas situaciones y que nada se debía de temer.

Unos días después nuestro papa contando la experiencia ante unos campesinos en la sala de la casa,donde también se encontraba un sacerdote católico, el cual tercio en la conversación asegurando, que estaba de acuerdo con la primera parte de la historia, mas no con la segunda, porque un duende era un espíritu, por lo cual no tenia cuerpo y en esas circunstancias jamas podía dejar rastros físicos, mi padre muy respetuoso de las autoridades eclesiásticas, no quiso usar argumentos ni insistir y dejo como terminada la controversia.

Algunas 3 semanas de esta disputa, el cura de la historia viajo en compañía de nuestro padre a traer las hostias, para la primera comunión de algunos niños y feligresía en general. Charla va  y charla viene para hacer menos tedioso el viaje de unas 5 horas a lomo de caballo, al poblado mas cercano y justo en el lugar donde tuvieron la anterior experiencia con aquel duende se reedita la historia y como copia al carbón sucede igual, el sacerdote no sabia que decir, porque no podía negar la veracidad de los acontecimientos, allí estaban delante de sus desorbitados ojos, la evidencia irrefutable, las pisadas reales en el suelo y solo atino a decir: tengo que examinar mi teología.

Después en otros lugares montañosos y sin pobladores encontraron en las trochas casas en miniatura hechas de palitos y con techos de hojas, verdaderas obras de arte  infantiles ¿ alguna explicación razonable? si, los duendes se divierten, sino lo cree pregúntele a Canchilas, el fue testigo ocular de primera mano.

En otro lugar del campo donde teníamos variedad de hortalizas y sembradíos diferentes, Canchilas fue un viernes en la mañana a traer yucas y plátanos para el sancocho de ese día, la espera de su regreso se hizo tediosa y al final infructuosa, porque ya entrada la tarde no se sabia con certeza para donde se había ido y decidieron ir a buscarlo todos los que estaban en casa y algunos vecinos que se ofrecieron a acompañar el convite, se dividieron en varios grupos y rastrearon palmo a palmo el conuco, ya iniciandoce la noche en realidad era muy poco lo se podía hacer en el campo en tinieblas, decidieron regresar a rezar y a esperar hasta la mañana siguiente; sin aun haber aclarado un buen numero de hombres, entre ellos niños, adolescentes, jóvenes y mayores estaban al pie del cañón para reiniciar la brusquedad  del desaparecido Canchilas, esta continuo todo el fin de semana, con bastante gente y prácticamente se tubo una vigilia permanente por mas de 60 horas sin conseguir rastro alguno del extraviado
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Muchas especulaciones, bastante confusión, grande ansiedad y dolor era lo que se sentía tanto en la familia, como de los amigos y conocidos. sin embargo el final fue feliz y el día lunes apareció Canchilas muy orondo, sin ninguna marca visible de haber pasado un tiempo tormentoso y contando la historia de que se encontró un niño pequeño que lo llevo a lugar donde estuvo jugando todo el tiempo con otros niños, que comía, dormía bien, pero que no encontraba como salir del lugar y solo cuando el mismo que lo llevo tomo la decisión de traerlo y dejarlo en el mismo sitio donde estaba arrancando las yucas fue que reconoció el camino de regreso a casa.

Se busco mucho el lugar del cautiverio y años después nadie lo había encontrado, ni Canchilas recordó cosas distintas a las que relato al principio. Cosas raras que conseguimos en esta travecia. Alguien pregunto de los que escuchaban el relato ¿pero eso es un cuento? el relator respondió: claro que es un cuento y un cuento es un cuento.

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