martes, 13 de diciembre de 2011

LA CONCIENCIA CAUTERIZADA



Siempre se hace la pregunta, cuando vemos una acción atroz de un ser humano ¿Sera que no tiene sentimientos? La verdad es que si los tiene, pero sucede igual que cuando un paciente es anestesiado para operarlo, entra en un estado de inconsciencia y aunque le extirpen un tumor, le amputen un miembro, etc. etc. mientras este bajo los efectos analgésicos no sentirá nada. Las personas van acumulando en su fuero interno resentimiento, malas experiencias y una gran cantidad aversión por los que les han ocasionado dolor y angustia, estas capas superpuestas una detrás de la otra obran como un aislante, igual que pasa con la corriente eléctrica cuando se encuentra con un material que no es conductor de la electricidad, no permiten que fluya.

De esa manera se anulan los sentimientos y se adentra en una condición que se llama: conciencia cauterizada. ¿Qué es una conciencia cauterizada? Cauterizar significa: curar una herida quemándola con un instrumento específico o una sustancia cáustica.    

En la antigüedad la ciencia estaba muy limitada y los antibióticos (la penicilina) no había sido descubierta, por lo que ante la infección de una herida se recurría al método muy poco ortodoxo, pero efectivo de usar un cautín aplicándolo sobre ella, el cual consistía en un trozo de metal que se calentaba al rojo vivo, se puede suponer lo traumático y doloroso de la medida, pero era la única alternativa efectiva contra esta clase problema, daba como resultado acabar con la infección, trayendo como consecuencia que el tejido donde era aplicado se moría quedando completamente insensible.

A la conciencia de tanto saturarla de bajas pasiones le ocurre lo mismo, se insensibiliza y muere, por lo cual no siente, está completamente imposibilitada de tener sentimientos, para ella el dolor y la tragedia ajena solo son el combustible para avivar mas el deseo insaciable de hacer malignidades ¿nos podemos imaginar hasta dónde puede llegar una persona sin sentimientos?

Esta muerte de la conciencia tiene como causa principal el entenebrecimiento de la mente, que a su vez es producido por la ausencia total de valores morales y espirituales, este es un estado de putrefacción mental donde la carencia espiritual es el motor principal que impulsa toda la maquinaria de la maldad.

La deformación de la mente y su entenebrecimiento, sin hacer especulaciones y menos un intento de teorizar, lo que es mi opinión, no basada en exhaustivos estudios de la conducta humana o en experimentos directos, sino en la observación y análisis del comportamiento de las personas, comienza en el mismo momento de la concepción y se acelera cuando el neonato abandona el seno materno y se enfrenta al inicio de una nueva etapa en su vida, cuando tiene que respirar por su propia cuenta y las nuevas circunstancias lo obligan a reaccionar para sobrevivir. Es allí donde comienza a ejercitarse en el arte de la supervivencia y por fuerza mayor recurre al truco innato y al único que por el momento tiene acceso, como es el de llorar para pedir ayuda para cada una de sus necesidades o de manipular para que sea tenido en cuenta. La respuesta que den los progenitores o los encargados de la crianza formara la base para la estructuración de su conducta posterior.

No anticipamos con esto que todas las personas actuaran indefectiblemente inducidos por este patrón instaurado en su génesis de la vida, sin ser determinante en todos los individuos, influye en un altísimo porcentaje en la mayoría de los casos en su comportamiento en el futuro.

Creo que la mente, el cerebro y la conciencia en un recién nacido son iguales a él, no están marcados por ningún signo y les corresponde a sus progenitores la responsabilidad de hacer las marcas indelebles en el, que con toda seguridad serán de acuerdo a su profundidad, intensidad e intencionalidad las que dejarán una huella determinando quien será  el individuo del mañana.

Lo verídico de todo es que un niño criado sin el temor a Dios es un candidato firme para engrosar las abultadas listas de la delincuencia, pregúntele a cualquiera que esté en el sórdido mundo del delito ¿Si  conoce de Dios? y lo menos que recibirá es una ristra de maldiciones e improperios contra El.

Dios no tendrá por inocente al culpable, porque Él es el juez justo del universo, pero por medio de Jesucristo puede revertir cualquier situación en tu vida sin tener en cuenta tu pasado, como está garantizado por El: de modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

De ti depende o sigues siendo lo que eres o decides ser una nueva creación de Dios.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.