domingo, 10 de julio de 2022

EL MUNDO PERDIDO

La manera que tenemos de ver los acontecimientos se debe a diferentes enfoques, de acuerdo al lugar, el tiempo, la ocasión, la procedencia, la cultura, las creencias, la educación, entre los muchos factores, que aunque no determinan, si influyen en la cosmovisión que tenemos de este universo infinito. Por esa razón es necesario la tolerancia como primerísima condición para la convivencia pacífica. Miguel Ángel cuando estaba contemplando la roca vio un angel, porque una de sus profesiones era la escultura, el campesino la veía como un estorbo en su campo para arar, el geólogo un medio para calcular la edad de la tierra, el constructor como base granítica para hacer sus edificaciones, así sucesivamente cada uno tenía un punto de vista sobre ella, y la realidad es que era una simple roca. Nosotros cada uno somos una persona, con razonamiento, entendimiento y una cantidad de características que nos hacen diferentes en la concepción de las cosas, pero debido a que tenemos una mente mirifica (prodigiosa y en extremo poderosa) podemos analizar,sopesar,calcular, concluir, determinar, elegir y accionar, entre los cuantiosos atributos que posee, esa es la pequeña diferencia que tenemos con los demás seres vivos. Por eso somos superiores a los animales, animal es cosa que respira, persona es alma viviente. Ahora bien, estamos en esta tierra, la cual es nuestro hogar de por vida y ya que no hay manera de trasladarnos a otro planeta, por fuerza mayor estamos obligados a convivir y como no se puede evitar, lo mejor es hacerlo en sana paz, esta paz no puede establecerse por decreto, ni por la fuerza de la violencia, sino que tiene que ser consensuada, esto es nada menos que ponerse todas las partes de acuerdo y tomar una decisión unánime, con el mismo ánimo,con el mismo sentir. Esto por supuesto no es gratis, tiene un altísimo costo, porque lo primero que se tiene que evitarse en una mesa de concertación son los prejuicios, lo segundo es dejar atrás la prepotencia, evitar el triunfalismo y tener la disposición de renunciar a algunas de las prerrogativas que se lleven; en toda negociación hay cosas negociables, otras innegociables y otras que se pueden compartir, si no llevamos un espíritu amistoso, es seguro que nunca acordamos nada, tenemos que saber a ciencia cierta que todo no lo podemos obtener, por eso la paz tiene un costo y si la queremos hay que pagarlo, porque la contienda, la enemistad y la guerra siempre serán más caras, porque su precio no se tasa con dinero, sino con vidas, destrucción y ruina. Yo apuesto por la paz, la negociacion sera ardua y tenaz, pero muchisimo mejor que la estela de destrucción y ruina que está quedando como consecuencia de la exaltación de los ánimos, que si continúa con la misma tozudez, al final dejaremos un país destruido y a merced de los buitres carroñeros que vendrán en bandadas a repartirse los despojos. No actuemos por los impulsos del corazón, sino con la capacidad mental que poseemos y todos ganaremos. Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.

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