jueves, 14 de julio de 2022

¿QUIENES SOMOS?

De cierto, os digo de los nacidos de mujer, ningun se ha levantado, como Juan el Bautista, pero el mas pequeño en el reino de los cielos, mayor es que el. (Mt. 11:11). Estas palabras del Señor Jesucristo, estan enmarcadas en el contexto a la pregunta que Juan mando a hacerle, por medio de sus discipulos ¿Eres tu el que habia de venir, o esperaremos a otro?, estando en la cárcel. Jesús no respondio con una aseveración afirmativa, sino que les dijo: vayan diganle lo que ven que hago y lo que oyen de mi boca; Ilustrando a sus discipulos, dice esta oración que habre el compás para dar la gran enseñanza a la inquietante pregunta ¿de quienes somos? Por regla general al preguntarle a una persona ¿quien es ud.? Ella responde dando, su nombre o indicando su oficio o profesión. Esta forma de responder obedece a lo que lo idéntifica con plenitud, me llamo fulano de tal y soy tal cosa. Un creyente deberia responder con toda seguridad, soy un ciudadano del reino de los cielos, un redimido por Jesucristo o un embajador de Cristo en la tierra y es perefecta y valida su respuesta, pero por cuestiones de elemental reciprocidad,  damos el nombre y profesión. Ahora bien, veamos la categórica fruase de Cristo sobre juan. Al usar este termino, de cierto os digo, esta usando una figura literaria que enfatiza superlativamente lo que a continuación va a decir. Entre los que nacen de mujer, no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista. Si atendemos a este señalamiento, podemos hacer un viaje al pasado y recorrer las paginas de la Biblia para nombrar algunos grandes hombres de Dios, que alli aparecen, comencemos con Enoc, fue un gigante espiritual, porque no vio muerte, se lo llevo Dios, como nacido de mujer no igualo a Juan. Abraham,  a quien Dios catálogo  como amigo y es conocido como el padre de la fe, tremendo reconocimiento, al nacer de mujer tampoco igualo a Juan. Moises, el que tuvo el privilegio de hablar cara a cara con Dios, nacido de mujer, no igualo a Juan. David, un hombre conforme al corazón de Dios, nacido de mujer,  tampoco calso los zapatos de Juan. Isaias, el profeta que tuvo la visión de ver al Señor sentado en el templo y con una hoja de vida de 40 años de ministerio, nacido de mujer, tampoco llego a ser igual a Juan. Asi cualquiera de los antiguos siervos de Dios, el que ud. quiera nombrar con ministerios extraordinarios y vidas consagradas al servicio de Dios, ninguno se puso las sandalias de Juan el Bautista. ¿Quién, entonces fue Juan? Por haber sido elegido, consagrado y llamado para anunciar la primera venida de Cristo a la tierra, ocupa la posición cimera entre todos los nacidos de mujer de los antiguos, un privilegio que solo recibió el. Pero lo que mas me impacta de esta aseveración del Señor, no es como define a Juan el Bautista, sino como define a los ciudadanos del reino de los cielos. ¿quién es un ciudadano del reino de los cielos? La respuesta mas contundente y precisa es: un redimido por la sangre de Cristo. Y asegura categóricamente, que el mas pequeño en el reino de los cielos mayor es que Juan. Si Juan es superior a todos los antiguos y el mas pequeño en el reino de los cielos, sobrepasa a Juan, ¿Ha llegado a la conclusión de quien es, como ciudadano del reino de los cielos? Conocer nuestra identidad en Cristo, no es motivo de orgullo o prepotencia, sino de gratitud y mansedumbre para seguir y servir al Rey de reyes y Señor de señores. Estamos con Cristo sentados en lugares celestiales, y la verdad que muestra la redención, es de que Dios cumplira su proposito en nosotros, llevandonos hasta hacernos iguales a su Unigenito. Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. ( ef. 4: 13). Cuando Jesucristo hizo esta categórica declaración, lo mas seguro es que ninguno entendió, pero gracias al Espíritu Santo,  que esta con nosotros y esta en nosotros,  ahora lo podemos comprender. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros mas no desesperados; perseguidos, mas no  desamparados; derribandos, pero no destruidos.( 2 de co.4: 7_ 9). Y si aceptamos, lo que Dios dice que somos en Cristo,  iremos de triunfo en triunfo, aqui no hay lugar para la derrota, la tremenda afirmación de la Palabra de Dios lo pone de manifiesto con reiteración permanente. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece ( Fil. 4:13) Antes, en todas estas cosas somos mas que vencedores por medio de aquel que nos amo( rom.8:37).! Cada vez que sientas debilidad, flaqueza, duda, tentación o cualqjiera sea el sentimiento de impotencia, recuerda que todos los recursos para revertir la situacion los tienes en el nombre de Cristo, en la Palabra de Dios y en la sangre de Cristo, armas letales contra los ataques satanicos o nuestra humana debilidad. Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.

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