Entrega de boletín
Tal parece que la inclinación general es
cambiar lo que sirve por lo que no, veamos algunos casos:
Se reemplazo autoridad por permisibilidad
Disciplina por alcahuetería
Puntualidad por indolencia
Libertad por libertinaje
Normas morales por relativismo
Absolutos de Dios por teorías humanas
La verdad por lo espurio
El matrimonio por la unión libre
Responsabilidad por interés personal
Los mandamientos de Dios por conceptos
errados de los hombres
El pecado por fallas humanas
La virtud por el desenfado
La castidad por la promiscuidad
Trabajo por el ocio
Servicio por interés
Misericordia por dinero
Heterosexualismo por homosexualismo
Recato por exhibicionismo
Decoro por prostitución
Arte por pornografía
Bondad por indiferencia
La autoridad de los padres por los derechos
de los hijos
Las cárceles por universidades del crimen
Creacionismo por evolucionismo
Hombría por machismo
Feminismo por liberalismo
Siguiendo esta línea de realidades, sería muy
difícil terminar la lista de antagonismos, por lo cual podemos sacar las
conclusiones sin ser expertos analistas de la conducta humana, porque las cosas
van de mal en peor, si reemplazamos los materiales duraderos y probados como buenos
durante miles de años, por los nuevos y desechables del presente, ¿no estamos
en franco retroceso? Los cambios son necesarios, imprescindibles e importantes,
pero todos deben de apuntar a mejorar lo que está hecho, a cambiar lo que no
sirve o reemplazar lo malo por lo bueno, pero en nombre del progreso y
modernismo estamos haciendo lo contrario y es de lógica suposición que esto
nunca traerá resultados benéficos para la humanidad, pero si, cada día añadimos nuevas
formas de sufrimiento, consecuencia directa de nadar contra la corriente y de
estar opuestos a los preceptos de Dios, que dicho sea de paso, solo persiguen
la felicidad de la humanidad.
Conocí un hombre que se la pasaba ebrio todo
el tiempo y como el sabia cual era mi realidad ante Dios, cada vez que se
acercaba a pedirme dinero con la mano estirada pronunciaba la frase que él
consideraba mágica, como la de Ali baba ante la cueva: ábrete sésamo, este lo
que decía era: creo en Dios, creo en Dios… así paso el tiempo y se hicieron
intermitentes los encuentros y en una ocasión me extraño verlo en muletas y con
un solo pie, hablando del asunto me conto que era diabético y que había sufrido
la amputación de su pierna por esa razón, no mucho tiempo después llego en
silla de ruedas, con ambos pies amputados y al entablar la conversación me hizo
una pregunta capciosa ¿Por qué Dios me tiene así? El nunca acepto que los
vicios y el mal vivir eran la causa principal de su lamentable condición y jamás
quiso abandonarlos y por supuesto eso acelero la depauperación de su salud y finalmente
la muerte prematura, pero en su obcecada tendencia siempre culpo a Dios de su
estado deplorable, pero él jamás declino en vivir según sus propias normas,
pero si responsabilizo a Dios por sus decisiones equivocadas.
La
hecatombe en que estamos inmersos tiene nombre y apellido, hemos contravenido
el orden y la verdad, por eso la sentencia inapelable del Supremo Creador !ay
de los que a lo malo dicen bueno,
y
lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; porque
ponen lo amargo por
dulce, y lo dulce por
amargo ¡ solo de ti depende en que lado estar.
Por el pastor:
Fernando Zuleta V.
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