Nunca antes se había visto un
deterioro tan enorme en las relaciones de parejas, aunque marcha a la par con
los nuevos enfoques que socialmente están perneando todas las instituciones que
tienen su origen en Dios y fueron establecidas para protección y beneficio de
la humanidad, hay una ceguera total en los propulsores y defensores de lo
anti-natural que se extiende en toda la geografía mundial al mismo ritmo que
están marcando las comunicaciones, por la simple razón de lo fácil que resulta
la propagación y difusión de las ideas y conceptos personales al no existir limites que regulen su publicación.
Las soluciones que plantean en
los medios de comunicación masivos a las dificultades de las parejas, sobretodo
en el plano novelado, donde mezclan la mentira con la verdad, dándole una
salida efectista a este tipo de situaciones y haciendo ver que la dignidad y
honor son cosas del pasado y que no existen en el presente, sino que
pertenecieron a épocas de vieja data y que su lugar está en los museos y son
parte de una historia ya superada, dejan muy nítidamente el neo-pensamiento de
las corrientes contemporáneas, la terrible verdad es que la influencia que está
ocasionando este tipo de mensaje a la humanidad es más letal que las bombas de
hidrogeno y más destructivo que los accidentes nucleares, porque aquellos
destruyen físicamente, pero estas lo hacen espiritualmente.
Sabemos que las tendencias
modernas son a vivir la dolce vita y es una farsa lo que dicen los líderes
regionales, nacionales o mundiales al hablar de lo preocupados que están por el
futuro de las generaciones venideras, cuando no se materializa ese misma
preocupación por resolver las dificultades de los que estamos viviendo el presente,
es creíble que se diga que tenemos que preservar la vida sobre la tierra cuando
millones de personas mueren anualmente por el hambre, por esa simple razón me
pregunto ¿Cómo podemos garantizar una sociedad sana, si las relaciones entre
las parejas que son las responsables del equilibrio de los hijos , en todos los sentidos son un
caos y están orientadas más a las apetencias personales que a las
responsabilidades?
Cuando un varón y una hembra
hacen pareja estando dentro del marco legal o no (matrimonio) tienen un
compromiso real con las decisiones que han tomado y los hijos que resulten de
esa unión, son su única y directa obligación, por lo cual no puede anteponerse
a ninguna cosa que ofrezca deleite o placer y valla en detrimento de quienes
traje al mundo y es obligatorio atender, velando por su seguridad, educación,
atención, felicidad y crecimiento llevándolos a la madures en todas las formas
hasta que estén en la capacidad de ser independientes de sus progenitores.
Mucho he oído a integrantes de
parejas en conflicto, cuando teniendo hijos totalmente dependientes de ellos,
por ser niños y adolescentes, decir: ¿es que yo no tengo derecho a ser feliz?
¿Qué hay en el trasfondo de esta pregunta? Una mujer o un varón que están
considerando la separación como pareja porque están poniendo por encima de su
obligación sus deseos y apetencias;
cuando hay hijos de por medio todo lo que sintamos o queramos que atenta
contra la integridad de ellos debe de quedar relegado solo a las posibilidades
siempre y cuando no comprometa su normal desarrollo. Lo que no hemos entendido
es que procrear hijos tiene una connotación distinta a la que generalmente
conocemos, porque la procreación entraña asumir todas las consecuencias que se
derivan del hecho y no solamente la ejecutoria del acto mediante el cual
reproducimos nuestra propia especie. ( primera parte)
Por el pastor: Fernando Zuleta
V.
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