Es en estos tiempos modernos
cuando la idolatría ha tenido el mayor auge de todas las épocas y no
precisamente porque la gente se ha vuelto más religiosa, al contrario los
lugares donde se practicaba la religión en el pasado están vacíos, hay escases
de seguidores en esas latitudes, el fenómeno está pasando porque ha habido una
metamorfosis en la forma de hacer el paganismo, trasladando
las herejías de los altares dedicados a estatuillas, representados generalmente
en figuras de yeso, a los tabernáculos
que han levantado a personas de carne y
hueso siguiéndolos como una verdadera
deidad.
En esta mutación se han conjugado
varias situaciones que aunque son disimiles, han hecho posible que su mezcla de
origen a tan aberrante desviación espiritual, esta liga la encabeza el
abrumador y espectacular progreso de las comunicaciones, le sigue la mejora en
el nivel económico, la conversión de la
libertad en libertinaje, permitiendo y dando todo como valido, el
proteccionismo del Estado sobre los niños y adolescentes, despojando de la
autoridad a los padres sobre los hijos y las tendencias a la práctica del
hedonismo como doctrina principal del momento.
Como ninguna de las razones
expuestas puede traer satisfacción
permanente a las necesidades espirituales, en su afán de resarcir esa
deficiencia centra toda su atención en alguien, que de alguna manera llene ese
vacío existencialista y aquí es donde se da inicio a la diáspora de
millones persiguiendo a un ser humano que han convertido en ídolo. Haciéndose
adláteres incondicionales llegando al
delirio y al éxtasis cuando tienen oportunidad de verlo o tenerlo cerca. Siendo
taxista en Caracas tuve un día muy agitado
con unas cuantos jóvenes que me contrataron para seguir a un artista que
llego a la capital y mientras conducía haciendo todos los malabarismos
necesarios para no perder de vista al
vehículo donde iba el personaje en cuestión, aparte de escuchar los clásicos
alaridos que se sucintaban cada vez que
lo teníamos cerca, oía los relatos de las peripecias que habían pasado con
otros individuos de la misma especie, de
los cuales ellas se declaraban fans furibundas e incondicionales y me pude dar
cuenta que estas chicas hermosas y pletóricas de juventud, lo que carecían era
de afecto y amor de sus padres y al no conseguirlo en las personas indicadas para darlo, querían calmar esa insatisfacción en quien consideraban se la brindarían, pero indudablemente la elección no era la
correcta.
Este peregrinaje de las enormes
masas de jóvenes en la búsqueda de placer,
no es otra cosa que la desesperación por encontrar respuestas a cuestionamientos internos y la manera de enfocar sus vidas en algo que les reporte
gratificación, porque están atestados de toda manifestación de inmoralidad e
incapaces de vivir una vida dentro de parámetros normales que demanda una
existencia espiritual y moralmente en consonancia con las normas establecidas por El Amo y Señor del universo. Es pues todo esta desatada turbulencia de esta juventud la demostración
clara de la más enorme deficiencia
espiritual en que están inmersos y que
nunca tendrá respuestas en los formulismos que han elegido para conseguirlo. La invitación es para poner la confianza en
El único que pude llenar tus expectativas
sobre la vida y calmar tu sed en el medio de este desierto que es la
existencia sin Él. Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo
os haré descansar, es la invitación de Él y se llama Jesucristo. ¡Tú
decides si le sigues o lo rechazas!
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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