Es
capacidad solo de los seres humanos, que tiene como finalidad usar la mente,
analizando las situaciones que a diario vive y llegando a conclusiones que le
permitan dilucidar asuntos, resolver dificultades , aclarar conceptos, despejar
incógnitas o darle respuesta a los problemas, esto indudablemente va unido a la
capacidad intelectual y la dispocion personal del individuo, al interés con que
asuma el asunto, el tiempo que dedique y en algunos casos también intervienen
las circunstancias fortuitas.
La razón es
un regalo divino que nos diferencia enormemente de los animales, ella por si
sola marca un abismo de dimensiones cósmicas entre hombre y la bestia,
incrementándose cada día por la simple causa de que el ser humano progresa en
sus esfuerzos por la superación individual y colectiva, no en la medida y
capacidad que pudiera hacerlo, porque cree que independientemente de su Hacedor
lo puede lograr y eso también ha creado un abismo descomunal entre criatura y
Creador, con la diferencia en que a la hora que quiera puede restaurar sus
relaciones rotas recomenzando de esa manera una vida ascenso espiritual que le
llevara a una superación en todas las aéreas. Mientras los animales no pueden
hacer nada para cambiar las circunstancias, excepto adaptarse a los medios, en
ellos no hay la capacidad de pensar y razonar.
El
razonamiento como todos los demás dones de que hemos sido objeto por el Arquitecto que nos formo, funciona de
acuerdo con cada individuo separadamente, dándole el uso que elija, por esa
razón puede convertirlo en fuente de bendición o en canal de maldición. Esto
explica porque verdaderos genios usaron para causas innobles su talento y
capacidad y otros lo usaron para objetivos loables y encomiables. De lo que si
estamos completamente seguros es que si ponemos en las manos de Dios el poco o
mucho talento que dispongamos, El que se especializa en hacer todo de la nada,
hará cosas inimaginables con lo que le entreguemos a su voluntad y soberanía.
El
razonamiento está íntimamente ligado a la procedencia y al objetivo del Creador
para formarnos o hacernos, El hizo criaturas de toda naturaleza, pero solamente
al hombre le transfirió atributos exclusivos de Él, dándole uno especialísimo como
la capacidad de elección y de libre albedrio, porque es indudable que no deseaba
seguidores a ultranza, sino en completa libertad y determino que no era El,
quien desidia quien le seguía, sino que dejo esa capacidad de elegir en la única
criatura que hizo a su imagen y semejanza, por lo cual los que seguimos al Dios
Único del Universo manifestado en Jesucristo lo hacemos usando la razón, la
libertad y el albedrio y no la compulsión, el temor, la infiltración o la coacción.
Esa es primordialmente la causa por la que los creyentes cristianos viven en
total libertad, simplemente la eligieron, usando su razonamiento, voluntad y
libre albedrío. Si quieres seguirle la elección es exclusivamente tuya. ¡tú
decides si la aceptas o lo rechazas!.
Pop el
pastor: Fernando Zuleta V.
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