sábado, 23 de junio de 2012

CONFLICTOS DE LAS PAREJAS: OCTAVA PARTE.



 


Una mañana cuando llego a mi trabajo, estaba un hombre conocido esperándome, sin preámbulos se dirije a mí y me dice: pastor necesito su ayuda, tengo graves problemas y al paso que vamos caminando va contándome la situación, cuando ya logro entrar  a la oficina, estoy al tanto que su esposa lo abandono y que esa es la causa principal de su angustia y dolor evidentes, logro que se siente en un sofá y se relaje un poco, para poner en orden las ideas y tener una visión más clara del asunto, puedo entonces hacer algunas preguntas para organizar todo este atropellado monologo y convertirlo en dialogo, ¿cuénteme como paso todo este asunto? Respondió: cuando regrese a la casa hacia quince días que se había ido, mi mama me informo de la situación. ¿Quiere decir que Ud. no estaba con ella durante un tiempo más o menos prolongado y que la tenia viviendo con su familia, si pastor yo trabajo en otra ciudad y siempre hemos vivido en la casa paterna.


Mi trabajo es ayudar a todo el que este necesitado y por supuesto haré todo lo que esté a mi alcance para hacerlo con Ud. pero necesito que haga dos cosas que son de vital importancia para que podamos vencer las dificultades y le demos solución al conflicto, sin dejarme si quiera concluir añade: pídame lo que quiera que yo lo haré. Muy bien lo primero es que responda con toda sinceridad a mis preguntas y lo segundo es que haga lo que le diga, ¿estamos de acuerdo? Si, si, no hay ningún problema de mi parte. Entonces pregunte: ¿ama a su esposa?  Si, si  ¿lo suficiente como para perdonar su lamentable proceder? Por su puesto ¿Estaría dispuesto si hay reconciliación a nunca recordarle  el suceso cuando haya algún tipo de  desacuerdo  en su relación de pareja?  Totalmente. ¿Con que regularidad dejaba a su esposa sola y cuál es el tiempo entre una y otra venida suya? Casi siempre ella está sola, no del todo porque  esta con mi familia y  es un mes promedio que me demoro cada vez. Y ¿Cuánto tiempo pasa con ella cuando la visita? Un fin de semana, fue su respuesta. Mi querido amigo Ud. a desatendido a su esposa durante un tiempo prolongado, no vio las señales de alarma que la relación estaba mal, porque literalmente no pasaba el tiempo necesario para detectarlas. ¿Sabe cuál fue  la persona con la que ella escapo? En ese momento no pudo contener las lágrimas y balbuceando dijo; fue… con mi…propio hermano… me acerque lo abrace y le dije: no todo está perdido, para los que creen siempre hay esperanza. ¿Será posible que pueda hablar con su esposa? Si, me encargare de ello, muy bien, oramos y con el compromiso de seguir haciéndolo, nos despedimos.


A los tres (3) días su esposa vino a hablar con migo y escuche su versión de los hechos, pastor todo se debe al abandono de mi esposo, tal como lo había intuido, cuando había hablado con él, estoy joven y es muy difícil estar en una casa donde hay conflictos entre todos y donde me ven como una intrusa, solo el hermano de mi esposo hablaba con migo y me ayudaba a vencer el aburrimiento y los malos ratos, poco apoco fue ganado terreno dándome atención, haciéndome invitaciones al cine, a  un restaurante, etc, etc, además me hacia obsequios y  entre otras cosas me alagaba diciéndome, que un hombre tan desatento como su hermano no merecía una mujer tan joven y bonita como era yo, finalmente me propuso que si me iba con él, viviríamos independientes, sin interferencias de ninguno de la familia de los dos lados, por lo dramático de la situación me pareció una buena alternativa y la acepte.


Por último nos reunimos los tres, se clarificaron las cusas del conflicto, se tomaron las decisiones correctas según la benévolas mano de Dios sobre nosotros y acatando las directrices de su Santa Palabra, comenzando por cumplir el mandato del Señor: perdonar para ser perdonados, obedecer la sentencia… por lo tanto dejara el hombre a su padre y su madre y se unirá a  su mujer .., se independizaron y por ultimo permanecieron juntos si lapsos prolongados de separación y el mejoro su atención hacia ella. Han pasado dieciséis (16) años tienen dos hermosos hijos (hembra y varón) y su matrimonio permanece porque permanecen en Cristo, que es su guarda y protector.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.





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