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Es muy frecuente la desavenencia
entre las personas que viven bajo el mismo techo y compartan los mismos
espacios, (baño, habitación para dormir, la cama, etc.) elementos (computadora, teléfono, meza y plancha, tv.
Etc.) Y cosas aun hasta personales, (el
tubo de la crema dental, el jabón, los
paños etc.) Aparte de todo esto en
común, también tienen que lidiar con las diferencias normales de cada individuo
y respetar su propio espacio y rol dentro del hogar, esto supone una buena
dosis de tolerancia y un verdadero interés y capacidad en adecuarnos a las
circunstancias en pro del otro pero para beneficio de todos.
Hablando con un adulto que
superaba los treinta y cinco (35) y haciendo planes para casarse me contaba de
las dificultades que tenía con su prometida hasta llegar a los extremos de
haberla azotado en momentos en que no pudo controlar las rabietas que le ocasionaba
según sus palabras la terquedad de ella. Y con esos conflictos en el noviazgo
¿crees que te puedes casar y tener éxito, pregunte? A lo que él respondió,
claro, en el matrimonio se arregla todo. Le respondí: mi amigo Ud. esta
equivocado, el matrimonio no va a arreglar los problemas de entendimiento que
ahora tienen, al contrario los va a empeorar, si con una o dos veces que se ven
por semana y solo pasan unas horas juntos y ya no se tienen respeto, porque déjeme decirle que desde el
momento en que hay agresión física el respeto entre las parejas se pierde y
cada vez va ser más frecuente entre Uds. Dirimir los conflictos usando la
violencia en reemplazo de la razón y el
dialogo. Si ahora que no están ocupando
los mismos espacios no hay tolerancia, como será la cosa cuando estén bajo el
mismo techo las veinticuatro (24) horas del día, los siete (7) días a la semana
y los treinta (30) del mes, porque sinceramente no creo que lleguen a los
trescientos sesenta y cinco (365) del año, solo pensemos en la realidad, cuando
vayas a ir al baño, ella te salió adelante y lo tiene ocupado, tu lo necesitas
con urgencia y la chica se está haciendo una de las tantas rutinas de toques y
retoques propios de la coquetería femenina y como según tu descripción, ella es
terca, no va ceder el espacio hasta que no esté satisfecha y termine lo que
estaba haciendo ¿Qué harás en esa situación? cuando pases al cuarto, te la vas
a encontrar, si vas a la cocina allí la vas a conseguir, cuando quieras ver el
partido de futbol, ella está viendo su tele culebra favorita y ¿crees que te
dejara el espacio libre?, si pasas a la sala, el sofá preferido tuyo está
ocupado con toda la ropa recién recogida del tendedero, para citar solo algunas
de las seguras realidades que se tiene
que estar consientes que se presentaran y tiene que haber capacidad y voluntad
para solucionar, sin excesos y menos haciendo uso de la violencia en cualquiera
de sus manifestaciones. Al matrimonio hay que ir sin conflictos,
porque con los que se presentan en el son más que suficientes y si no estamos
en capacidad de confrontarlos y resolverlos mutua y maduramente, es un fracaso
seguro.
Los que creen como los arrieros
de antaño que "en el camino se enderezan las cargas" pensando que el
matrimonio es una fórmula mágica para superar las dificultades, que no han
tenido solución en el noviazgo, no tienen ni la más mínima noción de su significado
y jamás debieran iniciar tamaña empresa con un desconocimiento total del
compromiso y los riesgos que ello implica.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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