El hecho de ser padres genera
dificultades que abarca todas las latitudes y sobretodo se asume una obligación
irrenunciable a proporcionar todo el bienestar posible a quienes hemos invitado
a formar parte de nuestro mundo motu
proprio, esto por simple deducción nos compromete, sin que exista alguna razón
por lógica que la podamos ver a dejar a un lado esa responsabilidad adquirida.
Esa problemática es más evidente cada día, porque los mismos hombres que hacen
las leyes terrenales quieren el beneficio personal y no el general, supongamos
que la preocupación de los gobiernos por eliminar el analfabetismo de su
población fuera igual por los niños y adolescentes ¿estaría la sociedad en las
condiciones tan precarias como se encuentra en la actualidad? Y que puede ser
más importante ¿Qué todo el pueblo sepa leer y escribir? o ¿Qué todos los que están en situación vulnerable
sean atendidos? ¿Cómo podemos pretender ser y vivir con dignidad cuando
abandonamos la tarea mayor de todas, como es cuidar y proteger nuestra
descendencia?
Las leyes para la protección
de los niños y adolescentes no pueden ser tan vagas y generales, tienen que ser claras y especificas
y por ninguna razón pueden ser hechas con lenidad, sino que deben ser radicales
e inapelables, esto en razón de que la sociedad ha creado, pues vivimos en un
mundo donde la permicibilidad ha ido a los extremos y en aras de la libertad de
los adultos pisoteamos las vidas en ciernes de los seres humanos y después con
la cara muy lavada nos preguntamos ¿qué es lo que está pasando en estos tiempos
tan difíciles?, dentro las especies , la
humana es la más dependiente en el inicio de la vida y no puede sobrevivir, sin
tener atención permanente y duradera. Nadie absolutamente cuando procrea hijos
debiera tener la elección de atenderlos o abandonarlos, debe haber una ley
central, sin limitaciones o excepciones que obligue a llevar adelante la responsabilidad
personal que ha obtenido.
Cuando sea tema de transcendencia en la boca de todas las personas y se genere
conciencia de que los padres irresponsables son criminales y se les trate como
tal, desaparecerá de la faz de la tierra los hijos de nadie o los niños de la
calle, ¿Cómo se crean leyes para la protección de los animales y se dejan
abandonados los niños y adolescentes?
Todas las personas
involucradas en la procreación tienen que tener la clara disposición de
resolver los conflictos que se generan en su relación como pareja y no pueden
valerse de argumentación alguna por piadosa que parezca, para cercenar la vida
de un infante, haciéndola pedazos endilgándole la razón del problema a
terceros, en una relación de pareja hay dos responsables por los fracasos o los
éxitos y cuando aparecen los nubarrones que amenazan con lluvias torrenciales produciendo una corriente impetuosa que quiera
arrastrarlos, deben estar de acuerdo para enfrentarlos hasta que cese la
tormenta y comiencen los días de brillante sol sobre sus vidas, pero para esto
se necesita la convicción de defender a toda costa la felicidad de la prole y
el precio no menos que un sacrificio permanente, dejando de lado el egoísmo como
motor que mueve nuestras vidas.
Por el pastor: Fernando Zuleta
V.
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