Integridad es todo lo que está completo, que no está dividido, es la definición que mas me satisface, ese concepto me ha parecido formidable y cuando tengo oportunidad hago uso de el, porque verdaderamente para mi es el más acertado al respecto.
Ahora bien cuando se trata de una cualidad del individuo, lo percibo como alguien que no tiene dobleces, que se mantiene derecho, no por ser testarudo, sino por tener total convicción, permaneciendo en una misma línea de conducta intachable, siendo esta la característica principal que lo define.
Es una persona desprovista de caretas, por lo que siempre presentara la misma cara y esto la hace digna de confianza de los que tienen el privilegio de conocerla, en este sentido es alguien de quien podemos fiarnos teniendo la absoluta certeza que no nos venderá, ni traicionara.
Estaba en medio de una conversación dirimiendo sobre un trato comercial y allí surgió un comentario sobre un vehículo, que por lo que pude percibir tendrían que deshacer el convenio entre las partes, uno se lamentaba de que seguramente se perdería la amistad, a lo que respondió otro de los interlocutores vehementemente ¡que se pierda la amistad, pero que no se rompa el negocio!.
Reflexione sobre la posición de este ultimo personaje, quedando claramente demostrado que en lo que a él concernía, la amistad de las personas valía un pepino si había dinero de por medio, ese tipo de individuos nos enseñan lo que es la falta de integridad donde prevalecen los intereses personales sobre las relaciones afectivas con los demás.
Hoy en día es uno de los elementos menos usados y por lo consiguiente esta en vía de extinción, tal parece que el afán por obtener comodidad ha ido horadando los principales valores humanos y dando paso nuevos estilos de vida que ponen más atención en el disfrute de las tecnologías modernas, la buena vida o en la obtención de dinero que en el de las relaciones fundamentadas en el principio de la amistad sincera y honesta.
Creo que la búsqueda permanente de la comodidad ha ido desplazando un número cada día más elevado a los principios fundamentales para el buen vivir, dejando en la cuneta del olvido las buenas relaciones interpersonales, que son las que le dan la categoría y realce a la vida en comunidad
Cuando vemos tanto charlatán, cambiando de opinión, de dirección política o de otra índole, manoseando los fundamentos que han permitido que la sociedad aun permanezca en pie, aunque debilitada, resquebrajada y tambaleante, debiéramos preguntarnos, ¿donde está la integridad de esas personas? cuando hoy defienden una causa y mañana otra. Se puede confiar en alguien que permaneció años a la sombra de otro y cuando por alguna razón no puede seguir dándole protección se busca uno nuevo, y no tiene ningún freno para referirse en los peores términos de su anterior protector.
La palabra que mejor define la antítesis de integridad es desintegración, que significa fractura múltiple o rompimiento en mil pedazos de cosas, conceptos, relaciones interpersonales o de otra naturaleza. Esto nos lleva a la forzosa conclusión de que una persona que no es integra está dividida o fragmentada y si se dificultad el trato con las personas completas ¿Qué tal será con las desintegradas?
Cada día me doy cuenta de la importancia que Cristo le dio a la integridad al orar para que todos seamos uno permaneciendo en unidad, es decir, en integridad total. Que importante es la integridad absoluta, pero solo se consigue en la unión con Cristo. ¿Quieres estar completo? Solo en Cristo lo conseguirás.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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