lunes, 26 de marzo de 2012

LA CONTAMINACIÓN



 

He oído permanentemente hablar sobre la contaminación ambiental y sus terribles consecuencias para la humanidad, sino se llega a un claro y real entendimiento de todos los países, para establecer y realizar políticas que pongan fin a la inmisericorde depredación que todos sin excepción hemos hecho sobre nuestra tierra.


 

La piedra de tranca principal para los acuerdos prácticos, se ha limitado esencialmente a que los grandes responsables del envenenamiento del globo terráqueo, que son las naciones industrializadas, ya que llevan siglos arrojando miles de toneladas diarias de monoxido de carbono, para nombrar solo uno de los contaminantes de la atmósfera, pretenden que sean los países pobres y subdesarrollados los que lleven la carga y el costo mayor en el saneamiento del medio ambiente. ¡que molleja diría un maracucho!.


 

El protocolo de Kioto, donde el responsable mayor de la contaminación ambiental, ya que consume el 25% de la energía fósil y arroja al aire 35% de todos los contaminantes del planeta, USA, se negó a suscribir por miedo a la deceleración o contracción del mercado, es prueba evidente de que no adquiere responsabilidades con el asunto y los países que llaman emergentes, China e India se niegan a ponerlo en práctica porque frenaría su crecimiento económico. Si seguimos pensando que es mejor envenenar la tierra, que regular las emisiones de gases tóxicos, por los costos económicos que conlleva, corremos la misma suerte que la araña macho llamada viuda negra, una vez que ha inseminado a la hembra, es devorado por su consorte. Seguramente que obtendremos los mismos resultados, pero al contrario del sacrificio del espécimen artrópodo en aras de la supervivencia de la especie, aquí corremos el riesgo es la eliminación de la vida de los homos sapien sobre la tierra.




Lo de la viuda negra es aceptable y comprensible, pues busca el beneficio de su prole, el macho se sacrifica para que su descendencia sea fuerte, pero nosotros buscamos el sacrificio de los tontos y no para que haya perpetuación de la especie, sino para vivir en derroche de los recursos, usándolos viviendo sin control y sin medida, porque somos mayormente  hedonistas.




 



La contaminación es a escala planetaria y la solución debe ser ídem, pero actuamos irresponsablemente, como dice el adagio popular " tiramos la piedra y escondemos la mano", las naciones industrializadas no están dispuestas a ningún sacrificio, porque para sus habitantes vivir bien, no significa tener lo necesario, sino lo suntuoso y todo lo que el ego le apetezca, que entre otra cosas, es insaciable, no están dispuestas a modificar su ritmo de locura consumista y menos a aportar dinero en proporciones cónsonas con el problema en que estamos inmersos. Contar con la buena voluntad de un mundo que se a degrado tanto, llegando a la barbarie de no importarle que está amenazada su existencia terrenal y que teniendo los medios para evitarlo es incapaz de hacerlo, es simplemente una ilusión del mundo Disney.


 

Personalmente no tengo ninguna esperanza de que nos pongamos de acuerdo para revertir el colosal daño que hemos ocasionado a pachamama, nombre que le dan los aborígenes bolivianos a la tierra, ya que aunque parezca extraño la mayor y mas grande contaminación , no es la de la tierra, sino la del espíritu del hombre y esa no se combate con ningún medio humano y al estar corrompido internamente, es el que corrompe toda la creación externamente, por lo cual para cambiar el entorno, primero debe cambiar el que tiene el control sobre el y esa especie se llama: el hombre. 

 

Si no cambiamos de adentro hacia afuera, sera imposible mejorar las condiciones externas de nuestra asolada tierra y lamentablemente avanzamos a la destrucción total, pero con todo y el desastre inevitable que se yergue sobre todos." El justo  por la fe vivirá".


Por el pastor: Fernando Zuleta V.



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