Las sombras
son solo manifestación del reflejo de los cuerpos porque hay luz, No es posible
de que haya sombras sin la intervención de la luz y no es posible que se vean
las sombras sin que haya un cuerpo que
sea reflejado por la luz.
Los recuerdos
existen porque hubo una acción que quedo registrada en la memoria y existe
alguien con memoria, para que haya un recuerdo, se necesitan tres cosas
fundamentales, la acción, la memoria y el poseedor de la memoria, la acción
porque es la creadora del hecho, la memoria porque es la que registra el hecho y el
individuo porque es quien recuerda lo sucedido.
Por regla
general todo lo que sucede está asociado a distintas magnitudes, no podemos
encontrar nunca cosas que no tengan correlación con otras, es llamativo este
echo sobresaliente y por ese motivo no hay cabida para la vida espontanea, nada
surge del azar, todo tiene un origen, lo que pasa es que desconocemos el génesis
de la mayoría de las cosas y como siempre tenemos la tendencia a averiguar el porqué
de lo que existe, cuando no lo conseguimos de una manera lógica entra en competencia la especulación con
la razón y para satisfacer esa necesidad del conocimiento hemos creado las hipótesis
y las teorías, lo hipotético es un supuesto, lo teórico es especulativo.
Lo hipotético
crea un escenario imaginario donde pueden suceder ciertas cosa es muy parecido
a las fabulas o los cuentos de las mil y una noches, La teoría es más refinada
donde se hacen postulados científicos que explican lo imposible de conocer por
medio de fórmulas sin materializar y donde se asegura que determinados agentes circunstanciales
llevaran a la consecución de realizaciones concretas.
Hoy estamos
hasta la médula de teorías, muchas se contradicen entre sí, por lo cual no
existe alguna que pueda garantizar la verdad, aunque eso nunca elimina los
seguidores de muchas de ellas, defendiéndolas
a capa y espada como verdades irrefutables, aunque sean descabelladas e inverosímiles.
Somos por
naturaleza observadores y con la tendencia a tener explicación de todo,
inquietos, con mente inquisidora y con propensión permanente de llegar al fondo de los asuntos, no nos conformamos
con saber que la rana es un batracio, tenemos que averiguar porque es un
batracio y no un himenóptero. Preguntamos que es el agua, de inmediato la
respuesta es su fórmula química H2O, esto significa que se compone de dos moléculas
de hidrógeno y una de oxígeno, entonces preguntamos ¿qué es una molécula? Según
el diccionario la
molécula es la partícula más pequeña que presenta todas las propiedades físicas
y químicas de una sustancia, y se encuentra formada por dos o más átomos y en
seguida argüimos y que es el hidrógeno y cuando recibimos la respuesta, la
encadenamos con otra pregunta y el oxígeno y ¿qué es un átomo?, entonces
creamos el escenario hipotético y si mezclamos dos moléculas de hidrógeno y dos de oxígeno, ¿qué clase de agua
tenemos? O si le añadimos más aquí y más allá o si le quitamos ¿Qué pasaría? Total
que nos vamos a la infinitud con las especulaciones y eso no resuelve nada,
pero seguro llena de contradicciones y crea el marco referencial para lo teórico
.
Somos de
tendencias tan extrañas, que la Biblia asegura que la madera con que Noé
construyo el arca era de gofer, pero eso no ha satisfecho a muchos y entre
ellos hubo uno que se dedicó a investigar si en realidad esa era la madera con que se hizo e invirtió 20 años
investigando el asunto, para llegar a la conclusión que en efecto era gofer. No
es una pérdida de talento, tiempo y una cantidad de cualidades que se diluyen
en cosas que no tienen ningún valor para la vida y menos para la fe, porque hay
que ser sincero una persona que haga gala de tanta acuciosidad y perseverancia
tiene méritos, pero para decepción y lamento los usa en cosas inapropiadas.
El asunto es
que Dios ha prometido la vida eterna para los que creen en el sacrificio de Jesucristo,
siendo un hecho histórica y científicamente comprobado, pero la gran mayoría
especula sobre el tema y los grandes cacaos de la teología hacen tanta especulación
sobre el asunto que terminan enredados y enredando a grandes cantidades de
personas.
Estamos tratando
de conquistar el cosmos y no hemos podido conquistar la tierra, nos hemos dado
a la tarea de conquistar la muerte, sin entender que primero hay que conquistar
la vida ¿suena a utopía? No tanto, la vida, se conquista en Cristo y entonces conquistamos
la muerte y podemos decir con el apóstol Pablo ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?
¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria. (1 co. 15:55).
Por el
pastor: Fernando Zuleta Vallejo.
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