domingo, 7 de enero de 2018

¿QUE PASA CON LOS VIVOS?



Sé qué pasa con los vivos, que se nutren de ambiciones
Que se esfuerzan por conquistar la gloria del triunfo,
Por alcanzar el pináculo del éxito, sin detenerse
Por obtener la corona  de las conquistas, sin parar
que viven cada día sin pausa ni reposo, en el camino
apuntando hacia metas terrenales, como objetivo
librando miles de batallas por alcanzar la cumbre,
y cuando llegan a ella, descubren una más alta,
reiniciando redoblado esfuerzo en su afán desmedido
por ambiciones insaciables del ego  insatisfecho.
Sin entender que la muerte es el finiquito de todo ser,
Que ella acaba con las presunciones y  pretensiones,
Que iguala en su mundo de  penumbras indescifrables
Todas las jerarquías, ambiciones y motivaciones,
Que nadie puede reclamar en su oscuridad siniestra
Un lugar adecuado y apropiado para su rango temporal
Allá en  el inescrutable lugar de las sombras perpetuas,
No hay distinción, ni aparecen en sus sórdidos parajes
Alcurnia, abolengo o árbol genealógico de ninguna estirpe,
Que el sabio o el necio no se diferencian en nada de la escoria
El negro y el blanco no se distinguen, los colores han sido eliminados
Solo quedan las almas que se mimetizan con la oscuridad presente
Donde el rico y el pobre, no tiene derechos  para reclamar
En las tinieblas no existe preponderancia, solo dolor despiadado
Que envuelve a todos en el  laberinto tenebroso  de terror y espanto
Que la cortina negra cubre a todos  con densidad perenne,
Sin dejar penetrar  un rayo de luz en su tenebroso reino
Se extiende como cubierta  de pesada losa impenetrable
Echando un cerrojo sin permitir el más pequeño resquicio
Por donde pueda entrar el mínimo rayo de esperanza
Así termina los días de agobiante y mísera agonía terrenal
 porque no hay mayor tragedia que la vida sin fe en Dios
y cuando se ha pasado la existencia  con la falsa seguridad
en las posesiones materiales, se ha vivido en las tinieblas
la muerte solo hace que continúen en la eternidad
no se dio lugar a la redención, ni a Cristo en el corazón.
La consecuencia no es otra que la noche negra sin final
Aún queda oportunidad, hay que definirlo aquí en la tierra
Porque después no se podrá elegir nada en la oscura perpetuidad
Allí no hay opciones para escoger, es lugar para el tormento
Morir sin Cristo esa es la cruda y terrible realidad.


Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo

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