miércoles, 10 de enero de 2018

¿QUE HACE EL SILENCIO?



¿Que hace el silencio en el caos del mundanal ruido?

crea un oasis donde los pensamientos son libres y elevados

impidiendo que sean perneados por las ráfagas de ideas ambiguas

Que emiten señales de la descomposición social en su locura

Taladrando la mente con interpretaciones irracionales

Producidas por andanadas de ideas infecundas, sin sentido.

El silencio es la resiliencia de las almas llenas de tenacidad

Capaces de abstraerse del ruido de la urbe que enloquece

Dejando atrás el desvarío, de un mundo en estado compulsivo

Arrastrado por la turbulencia  huracanada del aire embravecido

A  las fronteras del desequilibrio  irracional y sin sentido

Imprimiendo como marca indeleble al terrible extravió

De la humanidad colmada por la insensatez reinante.

El silencio es la fuerza poderosa que te aleja del abismo

En que ha convertido el hombre la bella morada terrenal

Que Dios nos entregó como edén y convertimos en infierno

El diluye las capas que envuelven todo el pertinaz ruido

Impidiendo que tan densa y abrumadora contaminación sónica

Trepane la cabeza, ofuscando el cerebro y  perturbando la mente

El silencio es el poder que actúa como aislante protector

Interceptando todas las señales mezquinas y fraudulentas

Que del mundo interior salen en atropellada estampida

Saturando la atmósfera del ruido mefistofélico salido del averno

Arruinando sin piedad la residencia que Dios nos dio para  habitar.

El silencio es fuente de quietud en medio de la algarabía presente

Contrarrestando todas las ondas que anulan la paz y el sosiego

Es el muro de contención para detener las olas de la insatisfacción

Que emanan de la turbulencia de las almas devastadas y oprimidas

Por la arrogancia del mundo que actúa sin dirección y sin sentido

El silencio es la respuesta a la insensatez del cínico enloquecido

No hay mayor sabiduría que callar ante la bravuconada compulsiva

Dejando sin asidero y punto de apoyo al discutidor empedernido

Eliminando el combustible que aviva el fuego, fulminando la flama

extinguiendo la llama,  trayendo la paz del alma y alejando la locura. 



Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.

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