miércoles, 3 de enero de 2018

NUBES




Las nubes viajeras incansables,

sus rutas se las traza el viento,

se convierten en la cresta de las olas,

en corona de las cimas montañosas,

en tupida barrera del firmamento,

cuando se prestan a enviar la lluvia,

para hacer prevalecer la vida,

bajo sus ondulantes formas,

no imitan modelo alguno,

ellas se hacen sin patrones a seguir,

cambian su singular apariencia,

a veces en sombría imagen,

variando su gradación de  tonos,

de blanquecino a  gris plateado,

ha acentuado negro metalizado,

anunciado tormenta amenazante,

por la pugna en el control del aire,

de quien envía con mas fuerza,

el vital líquido que vivifica la tierra,

haciéndola florecer en su esplendor,

toda vida existente en el globo,

se deshacen entregando su existencia,

pelean con severidad y pasión,

las poderosas batallas en el cosmos,

produciendo en su espectacular combate,

los portentosos  y sinuosos rayos,

manifestación de sus grandes ansias,

de convertirse en gotas de lluvia salvifica,

para la vida de cada criatura viviente.

sin  importar que al derramar la bendición,

su existencia se acabe por completo,

porque cumplieron con creses,

su itinerante y formidable recorrido,

se vaciaron de su componente vital,

desaparecieron en el plomizo horizonte,

no dejaron huellas en el firmamento,

pero hicieron continuar la vida en la tierra,

porque su misión no era vivir, sino morir,

para que otros disfrutaran su existencia.


Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.


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