viernes, 19 de enero de 2018

CIEGOS POR COMISIÓN O POR OMISIÓN



Siempre he oído decir que los ciegos viven en completa obscuridad, que no hay mayor ciego que el que no quiere ver, en el primer concepto todo está en relación con  ceguera física, el segundo con ceguera espiritual, pero pienso que hay otro tipo de ceguera como es la ignorancia, de ahí el adagio: el que no sabe es como el que no ve. Y no por desconocimiento tácito, como no saber leer o escribir, que es lo que la mayoría catalogan como ignorancia, en lo personal me añado a las palabras de Einstein: "Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas" En ese caso podemos deducir que mientras ignoremos algo somos ciegos a cerca de ello, por lo que tomando este concepto concluimos que todos somos invidentes a nuestra manera particular y especial.

La invidencia toma un matiz de capricho, en términos regionales pudiéramos decir que se hace el musiu, el que no se da por aludido pero no está ignorando lo que pasa, por simple parcialidad se hace cómplice,  aquí me uno a las palabras de Martín Luther King. “No me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena”.

La Palabra de Dios lo sintetiza así: Quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.(rom. 1:32)

El que se complace con la maldad que otros hacen es igual, porque está asintiendo, solo que se hace de la vista gorda, es ciego porque no quiere ver; ignorar la maldad es participar de ella.

Total que la ceguera tiene varios matices y esta manifestada en diferentes direcciones, pero una cosa es segura, la peor presentación de ella es ignorar la tragedia ajena,  si el mundo tuviera sentido común, penalizaría con dureza esa práctica detestable de la conducta humana, los legisladores han hecho leyes  para proteger  hasta el gato, pero cuando se trata de esta desviación social la ignoran por completo, porque es una conducta generalizada y extendida en todo el globo terráqueo y lo que se acepta socialmente no encaja como delito, esa es la justicia del hombre, por esa razón Dios la llama trapos de inmundicia.(Is. 64:6) Para que no haya confusión, se refiere a los trapos que las mujeres en la antigüedad usaban  para absolver la sangre impidiendo el derrame externo cuando estaban menstruando.

Saque sus propias conclusiones.


Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo


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