Las pasiones se clavan en el alma
como aguijones en la piel
Son garfios que causan dolor
enloquecedor
Muchos no han podido resistir
Los intentos de eliminarlos cubren de
laceraciones
Y heridas tan brutales
Que hacen perder el juicio y desatan
la locura
No lo mato el amor, el amor es vida
Lo mato la pasión, que es muerte
Esa es la diferencia entre amar y
querer
Amar es libertad
El amor nunca podrá tener cautivo un
sentimiento
Le dará alas para que en alianza con
el viento
Marchen en la anchura del espacio
Sin barreras que lo contengan o le
fijen limites
Querer es poseer
Es una atadura que impide el
movimiento
Maniatando con sórdido egoísmo
Lo que cree que le pertenece y es
suyo
Todos los sentimientos son ajenos
Ni los propios te pertenecen, se
pueden ir y abandonar
El lugar que han elegido como morada
temporal
¿Quién los puede retener?
¿Quién los obligara a quedarse donde
no quieren estar?
Ves que la pasión solo es un efluvio pasajero del corazón
El cual se evapora como el perfume al
ser liberado de su estuche
No queda nada, porque hasta el olor
se va
La pasión deja huellas imborrables
que no se ven
No están en el cuerpo
Están en el alma
Allí no llegara el aceite para
suavizar, ni el ungüento para sanar
Solo el amor de Dios podrá llegar y curar.
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.
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