jueves, 4 de enero de 2018

DESPEDIDA

(Dedicado a todo  conyugue, que ha tenido que despedir a su consorte)

Hoy tuve que dejarla ir
Las palabras no existían
La mente no reacciono
El corazón no participo
todo fue un abismo
sin sentido, inexplicable
la razón no era conocible
el sentido común había huido
los pensamientos no coincidían
solo miradas sombrías
se encontraban sin entender
porque este atardecer
triste y melancólico inédito
lleno de desesperanza
de lúgubres espantosa
de presagios pavorosos
de imprevistos tenebrosos
llegaba a nuestras vidas
sin participar, sin avisar
abrupto, sin compasión
indiferente ante el dolor
impertérrito ante la tragedia
de sorprendente realidad
lleno de cruel verdad
tu mundo se hizo pedazos
el mío se volvió añicos
el de nuestros hijos polvo
solo quedan los rezagos
de sueños hechos piltrafas
tal vez en otros lares ignotos
podamos otra vida iniciar
no sabemos si será posible
sin  intentarlo no lo sabremos
tu partida hace doler el alma
hacerte quedar sería un suicidio
aún queda un resquicio de fe
esperaremos  con ansia tu regreso
o el reencuentro  en el destierro.

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.


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