(solo para mi consorte)
Has visto el
jardín florido,
El campo de
trigo espigado,
La noche convertida
en aurora boreal,
La candidez
del niño al sonreír,
El vuelo
majestuoso del cóndor,
La belleza
de mar en calma,
el atardecer
en primavera,
el rostro
del anciano venerable,
la
satisfacción de alcanzar el éxito,
el gozo del
amor correspondido,
la ternura
de la madre que amamanta,
la paz de
los remansos de los ríos,
la suavidad
de la caricia de la brisa,
la compasión
del misericordioso,
los acordes
de la música celestial,
la dulzura
del cervatillo naciente,
la increíble
candidez del hámster,
el firmamento saturado de arreboles,
los cielos
tachonados de estrellas,
la elegancia
de la gacela al saltar,
la fina
estampa del frisón al galopar,
el hermoso y raro arco iris circular,
podría seguir
nombrando maravillas,
y en cada
una conseguiría encontrar,
un detalle que se identifique con ella,
porque para mí,
es un compendio
de belleza
inigualable sin par.
Por el
pastor: Fernando Zuleta Vallejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario