He
encontrado entre todos los males sobre la tierra, uno que es pésimo entre los
hombres, la forma tan simple como la gente se acostumbra a mentir usando un desparpajo
que raya en la insensibilidad.
Como es que
las personas aseguran a pie juntillas que van a hacer tal o cual cosa y sin ningún
atisbo de vergüenza incumplen la promesa y después de esgrimir como justificación
por quedar mal, algunas disculpas descabelladas, reinciden en las mismas
acciones y en iguales circunstancias.
Hace un par
de meses hice un viaje de unos 2.000 kilómetros entre ida y venida porque me
aseguraron que me enviarían un dinero a cierto lugar, aunque me espere 8 días más de lo pautado, mi sorpresa fue mayúscula
cuando al averiguar en las oficinas convenidas no había ningún envió; contaba
con ese dinero entre otras cosas para regresar, se podrán imaginar las dificultades
derivadas de esta acción, cuando me comunique con quien tenía el compromiso, su
disculpa fue épica, trate de hablar contigo y no fue posible, para decirte que aún
no tenía el dinero para enviarte y no perdieras el viaje, con eso se zanjo el
asunto.
Me encontré con
otro caradura hace poco y convinimos en hacer un trabajo, en un local para
iniciar un negocio, él tenía la obligación de pagar la mano de obra, como el
obrero era conocido mío, fue con toda confianza a trabajar. Cuando termino, le
dije: mañana te llevo el dinero, se lo voy a pedir al socio y listo. Esto se convirtió
en una odisea, cada vez aparecía una nueva evasiva, una diferente
disculpa, pero el dinero no apareció, mientras tanto todos los días yo pedía perdón,
ni por transferencia, ni de ningún modo se pudo obtener el pago por los
servicios prestados, conseguí el dinero y lo pague de mi bolsillo. ¿Se podrá volver
a confiar en alguien así?
Cometí el
error de darle el beneficio de la duda y seguimos con el proyecto, él estaba en
la obligación de pagar el alquiler del local, ese era el trato, ahora recién me
llama la dueña del local, para quejarse por que el señor de la historia desde
noviembre la esta guabineando y no le ha
pagado, me puse en contacto con él y en una de las oportunidades que hablamos
me dijo: todo está arreglado voy para el banco aquí estoy tocando el dinero, lo
deposito ahora mismo, no me entretenga que se me hace tarde. Pasaron 3 días y jamás
hubo depósito, han pasado 5 más y todo sigue igual.
¿Amigo lector que opina? Me declaro culpable,
me acorde de algo que leí hace muchos años, no sé a quién pertenece la frase
pero viene como anillo al dedo: si me engañas una vez la culpa es tuya, si me
engañas dos veces la culpa es mía.
Estamos viviendo
tiempos muy difíciles donde el engaño es el peor lastre que arrastramos y está posicionado
en todos los estamentos, en medio de todo este caos podemos estar seguros que
solo Cristo tiene la verdad, es la verdad y vive en la verdad.
Por el
pastor: Fernando Zuleta Vallejo.
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