Integridad significa estar completo, una docena de productos
como su nombre lo indica son 12, si le quita uno deja de ser docena, no está
completa, en ese grupo no hay integridad. Esto usando las matemáticas en el
campo físico, ahora yendo a la persona
en el sentido cognitivo nos encontramos con la complejidad del individuo
en su conformación intrínseca, donde los elementos que lo componen, alma,
cuerpo y espíritu se funden para hacer un ser integro, el alma como fuente de
los deseos propios de la naturaleza humana, si funcionan en un mismo sentir y
caminan en la misma dirección; el cuerpo para exteriorizar y manifestar el
sentir del alma y el espíritu para producir la vida sujeta a los designios de
Dios, el espíritu regula toda apetencia de la carne y mantiene bajo control
todas sus intenciones.
Ahora bien ¿Qué sucede cuando el espíritu del hombre está
sometido por los deseos del alma y las apetencias de la carne? Lo que está
sometido no tiene libertad, de manera que el individuo es rehén de su propia
naturaleza humana, en ese caso gobierna el corazón y engañoso es el corazón más que todas las
cosas, y perverso, según la definición bíblica (Jer.17:9)
Nos podemos imaginar siendo controlados por las intenciones
del corazón ¿Cuáles serán las
consecuencias personales y las colaterales? cuando según Jonh Maxwell el hombre más insignificante
puede influenciar mínimo 10.000 personas en su vida.
Las influencias como todo, está determinado por el
antagonismo entre las bueno y lo malo, la pregunta es ¿Qué tipo de influencia
ejerce un individuo sin integridad, cuando lo que piensa, lo que dice y lo que hace no
está en armonía sino en disonancia. La música que produce la armonía de los
instrumentos es agradable al oído y trae quietud y paz al espíritu. Lo otro no
es música sino sonidos estridentes que producen la variedad de instrumentos al
ser tocados.
El espíritu del hombre le fue dado para que tenga directa
relación con su Creador, haremos un analogía para aclarar mejor este asunto, él
toma-corriente mantiene la electricidad
latente, al ser enchufado un aparato eléctrico se activa y le da la capacidad
de funcionar y si el hombre no está conectado a Dios, esta sin la corriente
divina que lo active y le produzca la capacidad de corresponder a los designios
y mandatos de su Señor, esa es la razón por la que Dios declara: y Él os dio
vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.(Ef.2:1). Porque el hombre sin Dios no se ocupa de lo que conviene, sino de lo que
le conviene, según sus prioridades y métodos de vivir y auto-complacerse.
Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he
creado, los forme y los hice (Is.43:7) y
lo reafirma cuando dice: a fin de que seamos para la alabanza de su gloria (Ef.
1:12.)Pero teniendo relación y comunión con
el Señor de Señores, no en abierta oposición a Él, como es el estilo de
los hombres en general.
¿Quieres tener vida o estar muerto? Es tu decisión.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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