La insensibilidad
es en palabras llanas la incapacidad de sentir; los que han sufrido accidentes
fatales, sobre todo cuando se han rota la columna vertebral son víctimas de
este terrible padecimiento, esto es porque las conexiones nerviosas han sido cercenadas,
las cuales unen al cerebro con el cuerpo
y al ser interrumpidas no hay la interacción normal, sino que ha quedado
desconectado en su totalidad el cuerpo con el comando central y la comunicación
es nula por completo, el cerebro sigue activo y continua enviado todas las
señales pero el receptor no las recibe por eso es imposible que reaccione al no
obtener órdenes del emisor.
Lo normal en
la comunicación humana son las palabras, hay el lenguaje corporal con el cual
se puede entender con algunas limitaciones en
diferentes maneras de expresar el sentir, también el lenguaje de señas,
pero muy pocas personas lo dominan y en el caso del parapléjico servirá solo
para recibir información, ya que él no puede usar ningún miembro de su cuerpo
para emitir señales.
Aunque todo
esto es lamentable y doloroso, no es sin embargo ni de lejos tan dramático y
perturbador como el que pierde la sensibilidad espiritual, en esta
circunstancias todo está funcionando a la perfección en el área física pero
inservible y muerta en la espiritual.
La
insensibilidad espiritual hace del ser humano la peor manifestación de vida sobre la tierra, porque lo desprovee del único don que lo hace diferente de los
animales como es el espíritu y un ser sin espíritu no siente ni padece por la
angustia y el dolor ajeno. Todos sus
sentidos están completos, su cuerpo está funcionando a la perfección, pero está
rota la comunicación espiritual con su Hacedor y un ser humano en esas condiciones
está muerto en sus delitos y pecados, por lo cual no siente ni el bien, ni el
mal, eso lo hace ser indiferente ante cualquiera sea la calamidad que produce o
que se presente ante sus ojos.
Los animales
no sufren de remordimiento porque para ellos no existen leyes morales, ellos
actúan de acuerdo a sus necesidades básicas o a sus instintos, no tienen que
arrepentirse nunca, lo que hace que obedezcan a su código de comportamiento y
en ese sentido son neutros, ni es bueno, ni es malo.
El hombre es
diferente tiene conciencia que le recrimina sus acciones malas y también libre albedrío que le permite hacer cosas contrarias a su esencia y naturaleza
y por truculencias bien elaboradas en su mente puede desligarse de su
responsabilidad moral, pero incapaz de librarse de sus consecuencias, porque
está sentenciado por el juez justo del universo: no tendré por inocente al
culpable.
El ser insensible no exonera de culpa, solo
hace que crezca cada día el volumen desproporcionado de la carga nefasta por el
pecado y aumente la capa en espesor que recubre la conciencia haciendo en todo
momento que se ensanche la brecha entre
criatura y Creador.
Solo puedes
ser librado de sus fatales consecuencias si se resguarda en el plan de
salvación de Dios por medio de Jesucristo, no existe otro camino, ni otra alternativa
¡es tu elección!
Por el
pastor: Fernando Zuleta V.
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