No podemos
seguir la corriente del mundo eso nos acerca a la mediocridad, al adaptarnos a
lo general y común y eso es dejar de ser autentico y original.
El sufrimiento
es común a todos, pero no todos lo usamos para bien. Algunos se dejan vencer y
otros lo usan como plataforma para triunfar.
La moda es
el vehículo con más vagones llenos de clones
que arrastra el tren al seguir los dictámenes de quienes controlan las vías del
consumismo.
Cuando copiamos
lo que otro hace renunciamos a nuestra individualidad, la mente se cierra e
impedimos que se expanda.
Una mente
cerrada es una válvula atascada por la herrumbre, que no deja pasar ninguna
sustancia y obstruye todo la red distributiva.
Usa la masa cerebral
para que tengas control de la emociones, impidiendo que el corazón gobierne y
te conduzca a la destrucción.
No se puede
vivir sin emociones, pero si las podemos gobernar y someterlas para nuestra salud
mental, física y espiritual.
Cuando la
evidencia no es aceptada, podemos decir que estamos al frente de la irracionalidad,
propiedad de los seres sin espíritu.
No hay apuro
porque crean la verdad, ella permanecerá como el medio día radiante y
resplandeciente.
La verdad
siempre tendrá detractores y enemigos, pero todos pasaran y ella permanecerá enhiesta
e incólume.
Dios seguirá
siendo Dios, así lo nieguen o lo rechacen,
pero el hombre sin Dios está muerto en vida.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario