miércoles, 14 de septiembre de 2016

LA VISION



La visión  por un embudo  es estrecha y desconcertante

La visión a través del cristal es del color del cristal

La visión  desde las alturas es amplia y fascinante

La visión  desde las profundidades abismales es oscura y tenebrosa

La visión desde el hombro de la amada es grata y apacible

La visión desde el torbellino es destructiva y peligrosa

La visión desde la perspectiva del niño es tierna y maravillosa

La visión en el trance del dolor es negra  y desquiciante

La visión desde la quietud es amable y pacífica.

La visión desde la libertad es amplia e infinita

La visión desde la presión es abrumadora y mezquina.

La visión desde la guerra es horrenda y tenebrosa.

La visión del ateo es inquietante y desconcertante.

La visión del creyente es segura y fidedigna.

En resumidas cuentas, tu visión del mundo depende de tus perspectivas, tus convicciones y de los valores que hayan hecho huellas en tu existencia.

El hombre sano de mente y espíritu ve las realidades, el farsante distorsiona esa realidad, porque su visión esta empañada con todas las artimañas que ha creado el falso concepto de la verdad.

La imagen nunca puede verse nítida si miramos por cristal fragmentado, esa cantidad de fracturas impiden ver las cosas como son y su imagen es distorsionada y alterada hasta el punto de ser imposible su identificación.

  Por el pastor: Fernando Zuleta V.



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