Estoy hablando con un amigo y me dice: las cosas están malas,
cada vez que vengo a la panadería tengo que gastar un realero, porque siempre
hay una cantidad de personas pidiendo para comprar pan y no soy capaz de
negarme a ayudarlos; hace un momento estaba conversando con un conocido y tenía
un pan que había acabado de comprar y un niño le pidió un pedazo, este le dijo
no puedo es un encargo, le dije: cuanto te consto, me respondió Bs500= dáselo y
toma el dinero, este amigo tiene una empresa y puede dar esa clase de ayuda,
pero la mayoría no está en esas condiciones y están necesitados pidiendo socorro, yo como tengo menos opciones económicas, cuando compro pan , para
llegar con algo a la casa pido varios, porque en el camino me encontrare
muchos que me van a pedir y ante la imposibilidad de negarme y les
voy dando un pedazo a cada uno. `
Escuche esta conversación cuando un comprador le dice al vendedor: dame un pan pero dóblelo para meterlo es este coala y lograr llegar con él a casa, porque apenas lo vean comienzan a pedirme y soy incapaz de negarme a darles sobre todo si son niños con hambre.
Escuche esta conversación cuando un comprador le dice al vendedor: dame un pan pero dóblelo para meterlo es este coala y lograr llegar con él a casa, porque apenas lo vean comienzan a pedirme y soy incapaz de negarme a darles sobre todo si son niños con hambre.
En el sitio donde vendo tortas de auyama para sobrevivir, todas
las tardes veo llegar, a un conocido que
vive en la urbanización el Placer con dos sacos llenos de un producto y
hablando con él, le pregunte y ¿qué es lo que llevas todos los días? Me
contesto perrarina,… y se vende… como arroz partido y allí la gente consiente
mucho los perros, le dije; que perros, ni que perros, es la gente la que se la
come.
Estos son casos de la vida real, no son invenciones de la
derecha, ni del imperio, ni de los enemigos del gobierno, ni de la oligarquía, ni de la plutocracia, ni de
los marcianos, sino situaciones de las cuales somos testigos oculares de
primera mano.
Hace dos meses después
de varios intentos y cuentos que iban y venían recibimos una famosa bolsa del
clap, cuyo contenido fueron 6 harina pan, un kilo de espagueti, uno de arroz y
un litro de vinagre por un costo de Bs3.000=, para 4 personas y todavía
esperamos el anuncio de otra, así son en realidad las cosas, pero los
personeros del gobierno dicen otras y alardean y cacarean sobre logros y alcance
de esta fabulosa misión, como aseguraba uno de los grandes cacaos del régimen, en una entrevista en la tele, hace poco, he hemos tenido tiempos difíciles, pero en junio mejoraron las cosas, en julio
fueron mucho mejor, en agosto se alcanzaron mayores logros, para septiembre
mejoraremos mucho más y para diciembre todos comeremos hallacas y estaremos
felices.
Creo que este promesero vive en el país de las quimeras, anda
por encima de las nubes, donde no se ven, ni se sienten las tormentas, debería
de aterrizar, poner los pies sobre la tierra y caminar por las ruinas de lo que
fue un gran país, palpar el hambre y la miseria y si en verdad es un hombre
sensible despojarse de todo privilegio que le ha otorgado ser adlátere de esta
revolución y acompañar al pueblo en su
duro combate para sobrevivir. Y solo después tendrá moral, para asegurar que
esta con los desposeídos y miserables
que se multiplican a raudales en las corrientes caudalosas de la corrupción y la farsa
que llevan en su recorrido las aguas turbulentas y putrefactas de la revolución
que vomita e íncita al asco.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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