sábado, 27 de diciembre de 2014

SUEÑOS Y REALIDADES.



El viento no podrá hinchar las velas si tú no las levantas, el velero depende del viento para avanzar por lo cual de la única manera que se aprovecha la fuerza  eólica, es que encuentre las velas izadas y el viento entonces con su poder  impulsara la nave y la hará navegar.

Las personas nunca alcanzaran metas sino se proponen conseguirlas, porque los buenos deseos jamás lograran objetivos, eso solo pasa en el mundo mitológico de las hadas y de los genios y nosotros somos reales que vivimos en un mundo físico que no tiene nada de ilusorio, al parecer muchas personas esperan llegar al puerto en un velero sin velas, lo que puede ocurrir es que las corrientes impetuosas arrastren a la embarcación a las peligrosas aéreas rocosas  y estrellándolos contra ellas las hagan pedazos.

Los sueños  tienen  alas, pero si no las desplegas y vuelas en la búsqueda de su cumplimiento jamás se realizaran, pasara el tiempo  y terminaras decepcionando y rumiando la amargura que te producen los recuerdos de lo que pudo ser y no fue, nunca podrás lograr lo que sueñas sino accionas y vences la inercia que produce la espera sin fundamentos y la pasividad sin asumir los riesgos.

Los sueños reclama una buena  dosis de audacia, quien no acomete con decisión hacerlos  reales, vera consumir en la hoguera del tiempo todas las esperanzas y  desvanecer en su vida todas las ideas como la niebla cuando sale el sol.

Los dueños de los sueños y las ideas que se hicieron realidad siempre tomaron la ruta de la acción y emprendieron el camino de las dificultades, conociendo muchas veces que todo estaba en contra de sus anhelos, pero lo que hicieron que se cumplieran, fue que nunca se rindieron y aun que  se cayeron muchas veces, jamás se quedaron postrados lamiéndose las heridas, sino que  las vendaron  y en el fragor  de la confrontación se curaron y cicatrizaron. Nunca dieron oportunidad a que fueran doblegados por la adversidad, al contrario la usaron como estimulo para continuar y vencer, porque no hay mayor gloria para el vencedor que derrotar  lo que es superior a sus fuerzas o conquistar lo que esta fuera del alcance de sus posibilidades.  

El que sueña tiene una ruta trazada y aunque no conoce los imponderables, sabe que no está excluidos del sendero, pero como el que conoce y sabe usar la fuerza del adversario para vencerlo, así mismo aprovecha cada vicisitud para dar nuevo impulso sus metas y renovar los bríos para alcanzar la victoria final.

Nunca alcanzaremos objetivos sin dirección y sueños sin el mapa que traza la ruta, eso será igual que esperar que el mundo cambie sin nosotros ser los agentes de cambio, solo existen dos seres que pueden cambiar el mundo, el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios y Dios mismo y solo hay dos seres que pueden impedir que tus sueños se hagan realidad, tú mismo y Dios, así es que si Dios no lo impide, no hay nadie que pueda hacerlo.

¡sueña pero actúa!


Por el pastor: Fernando Zuleta V.

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