Hasta ahora el hombre ha descubierto algunas clases de energía y las que está utilizando con mayor incidencia
son las más peligrosas y destructivas, como la fósil contaminante hasta más no
poder y la atómica terriblemente peligrosa y letal.
La humanidad tiene en el momento todo la potencialidad para aprovechar al
máximo la fuente inagotable de energía limpia y en cantidades incalculables que
produce el sol, pero por manejos soterrados y por interés oscuros no ha
invertido, ni tiempo, ni recursos económicos y humanos en la cantidad necesaria
que demanda acometer la empresa de dominar y poner al servicio de la humanidad
un recurso de tan bastas proporciones, me inclino a pensar que los cálculos matemáticos de los que tienen la
chequera para lograrlo no llenan las expectativas económicas y por tal razón lo
consideran irrealizable.
Vivimos en un mundo terriblemente materialista, donde todo adquiere ribetes
tarifados, nadie quiere servir, porque el servicio es gratuito, todo el mundo
quiere facturar y cobrar inmensos emolumentos por lo que hace, pero llegamos al
colmo del mercantilismo cuando se asegura que los laboratorios han descubierto
la cura para gran cantidad de enfermedades, pero no comercializan el producto
porque es más rentable mantener al enfermo con paliativos o placebos y de esa
manera explotarlo durante toda su vida, porque
curarlo es acabar con la gallina de los huevos de oro.
Este es el mundo descrito por la Biblia, como sin afecto natural y no es
de extrañar que esté pasando, porque es el camino que han elegido los amadores
de sí mismos, avaros y soberbios y de ninguno de esta clase de individuos se
puede esperar gestos de misericordia y compasión, porque su comportamiento
manifiesta altísima altanería e implacable
impiedad.
Imaginemos un escenario donde los gobiernos de toda la tierra decidan multilateral mente parar por un año toda la inversión en armamentos de guerra y
toda esa ingente cantidad de dinero la utilicen
para crear un fondo para la investigación sobre el flagelo de las
enfermedades, ¿no se lograría que muchas fueran erradicadas? Seguro que sí,
pero es más fácil conseguir la pluma de la mítica ave fénix, que alcanzar esta
quimera. Por la razón que prolongar la vida no es tan beneficioso
monetariamente como aniquilarla.
Así mismo obtener energía barata y sin contaminación acaba con la
explotación en gran escala de los poderosos sobre los débiles y para ellos es
preferible que desaparezca la vida sobre la tierra que renunciar al estatus de
dominadores.
Por el pastor. Fernando Zuleta V.
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