miércoles, 17 de diciembre de 2014

¿CUAL ES TU DECISIÓN?




Se ha dicho que la felicidad no es un estado, sino una decisión, todas las opiniones son rebatibles, pero en realidad la mayoría de las cosas se obtienen porque se quieren, aprendí a lidiar con los drogadictos y la pregunta más relevante e importante, de la cual sacamos la conclusión inmediata si podemos intentar su rehabilitación era simple, directa y sencilla ¿Ud. quiere salir de las drogas?. Si dice no, la entrevista se termina de inmediato, por la razón de que es imposible ayudar a quien no quiere ayuda, si es afirmativa su respuesta, podemos seguir adelante y hacer todo el esfuerzo humanamente posible porque aunque sea remota la esperanza de su recuperación, existe un  pequeñito y tenue rayo de luz que nos  alumbra para caminar  en medio de oscuridad reinante en el túnel,  que es la vida de una persona envuelta en las drogas.

Se puede fracasar muchas veces en el intento por superan la adición a los estupefacientes, pero si se tiene la intención de abandonarlos y se mantiene el deseo de romper sus ligaduras de esclavitud,  podemos esperar que se supere tan terrible dependencia, por supuesto que esto entraña inmensas dificultades y quizás muchas derrotas hasta lograr ganar la batalla final, el triunfo puede ser sufrido y doloroso, pero la perseverancia dará los resultados.

Hablando con un amigo pastor encargado de un centro de rehabilitación, me testifico de lo difícil de superar esta terrible condición al asegurarme que hizo 14 intentos por dejar el vicio de las drogas, trece de ellos fallidos, pero finalmente el catorceava ocasión obtuvo la victoria, pasando 4 años internado recibiendo orientación y fortalecimiento moral y espiritual, como forma para demostrar en la practica el agradecimiento a Dios y a los que durante tanto tiempo sirvieron como medios para ayudarlo a su superación, decidió dedicar su vida a rescatar a todo aquel que estaba en el infierno de las terroríficas drogas.

Este héroe anónimo comenzó su trabajo en el Guarataro y el que conoce a Caracas sabe qué clase de lugar es este, allí un mal viviente armado le exigió dinero para no caerle a tiros  al grupo que él estaba recuperando de este temible flagelo, el no contaba con la suma exigida por el desadaptado y como el pastor se interpuso diciéndole si va hacer algo contra ellos hágalo contra mí, sin pensarlo dos veces le disparo, fueron necesarias 4 operaciones para salvarle la vida, pero por la gracia de Dios se salvo y sigue con su extraordinario ministerio.

Unos meses después me visito uno de los jóvenes que estaba en el proceso de recuperación y me dijo refiriéndose al pastor: ese es el hombre que yo sigo, porque arriesgo su vida para salvar la nuestra, no se parase mucho esta historia a la de aquel que murió en la cruz para darnos salvación y vida eterna, que harás tu  ¿le rechazaras o le aceptaras? Termino como comencé la felicidad no es un estado sino una decisión. Pero aquí no se trata solo de ser feliz, sino de tener también vida eterna. ¡Tú decides!


Por el pastor: Fernando Zuleta V.

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