martes, 16 de diciembre de 2014

DESTINO O DECISION



No somos marionetas del destino, sino el resultado de nuestras decisiones, todo el que piense que está obligado a actuar por fuerzas cósmicas imposibles de resistir a renunciado a su libre albedrío y la capacidad de hacerle frente a los imponderables y en vez de usarlos para conquistar, se deja conquistar por ellos.

El éxito jamás ha dependido  de que las circunstancias sean favorables, sino que de la forma que se presentaron se usaron adecuadamente para triunfar.

Uno de mis héroes favoritos es Saulo de Tarso, nunca permitió que  la adversidad, las dificultades, las pruebas o aun el dolor físico lo apartaran de sus metas u objetivos, se sobrepuso ante lo abrumador de todo lo que estaba en contra y le decía que era imposible que obtuviera lo que deseaba, no escucho la voz de la conmiseración interior, ni la del pesimismo externo y todo lo resumió con extraordinaria determinación y confianza en quien había creído, asegurando. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

A veces somos demasiado blandengues e indulgentes y nos acobardamos cuando los desafíos superan nuestra capacidad, olvidando que todo lo que se levanta como muralla en el camino es una grande oportunidad para convertirnos en escaladores, nos hemos acostumbrado tanto a llanear que cuando vemos que la cuesta se empina renunciamos a terminar la carrera, porque nos consideramos incapaces de vencerla y conquistarla sin intentarlo.

El que dice que no puede, jamás será un vencedor y el que se siente perdedor antes de iniciar el combate ya esta derrotado, siempre me acuerdo de Xaver Kurmann el campeón mundial de los 4.000 mts de persecución individual de ciclismo cuando llego a Colombia a competir con su archirrival cochise Rodríguez, su frase lapidaria fue: vengo a que cochise me derrote y en efecto así sucedió.

Esto no implica que ganaremos todas las batallas, pero sí que no vayamos a ninguna confrontación con el estigma de la derrota, quien compite para ser derrotado no está participando para ser vencedor sino propiciándole toda las ventajas  a su adversario, para que lo derrote.

Cuando las dificultades se sucedan una tras otra y no veas ninguna posibilidad, toma el consejo bíblico de Pablo.: y sabemos que los que aman  Dios, todas las cosas le ayudan a bien… aquí están incluidas las buenas y las malas y todas nos beneficiaran, solo que nos toca a nosotros aceptarlas y usarlas a nuestro favor.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.



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