lunes, 25 de diciembre de 2017

¿Zamuro cuidando carne?



Conocí a carburo, un zamuro que consiguieron unos jóvenes cuando estaba pichón cerca de la minas de cemento por los lados de Sucuta una región en los valles del Tuy, municipio Lander del estado Miranda y se lo trajeron a la acequia, sector de Ocumare, fue todo un acontecimiento, lo adoptaron y comenzaron a criarlo igual que las gallinas y aprendió a comer desperdicios y a vivir como una gallina, aunque tenía algunas raras formas que lo distinguían, aparte de su color azabache, uno de sus pasatiempos favoritos cuando agarraba confianza era desanudar las trenzas de los zapatos de sus amigos, habilidad que no tenía ningún gallináceo con los que el compartía su vida.

Pasando el tiempo cerca del lugar se murió un burro paria, que no tenía dueño, ni dolientes y solo los zamuros reclamaron su cuerpo para darle cristiana sepultura, carburo con su extraordinario olfato y el ADN que hervía en su sangre no pudo resistir el llamado que su interior le hacían todas las hormonas que en atropello incesante le comunicaban por misterioso código genético que él tenía la obligación de unirse al festín, porque allí estaban todos la familia consanguínea y él aunque tenía como familia adoptiva a las gallinas, su descendencia real era zamurana.

Dio vueltas, paseo de un lado al otro el lugar de pernota habitual, aleteo con fuerza inusitada, hizo pequeñas carreras dentro del recinto y cuanta cosa fue capaz para aplacar aquella ansia desmedida que crecía con ferocidad en sus entrañas,  su instinto animal pudo más y siendo  incapaz de controlar su ímpetu, al fin vencido por ascendencia y herencia, se unió al banquete y contribuyo con fiereza desconocida a practicar el arte de la mecánica zamura, porque en cuestión de pocas horas habían desarmado por completo aquel   recio jumento.

La vida de carburo dio un vuelco total, aunque nadie le dio información de quien era, estaba  escrito en su código genético y desde entonces compartió su vida, con los que lo criaron (familia adoptiva) y con los que lo procrearon (familia sanguínea)

Ahora venía en ocasiones y acompañado con su consorte, que con gentileza lo acompañaba, pero solo hasta la alta copa de unos árboles cercanos y allí esperaba con paciencia hasta que su amado hacia las visitas de cortesía, fue agradecido y nunca olvido a sus rescatistas, ni a quienes se ocuparon de el en su niñez, pero eso no logro jamás cambiar su naturaleza interna, que cuando se manifestó fue imposible de controlar.

Ahora bien, esto es para ilustrar de manera real, porque estoy hablando de un hecho verídico, esto no paso hace mucho tiempo, puedo llevar a quien quiera constatar la verdad de los hechos al lugar donde vivió carburo y que los mismos protagonistas de la historia la ratifiquen si es correcta o la rectifiquen si hay inconsistencias, porque fue real.

Lo que quiero resaltar es que esto se asemeja mucho, ya en otra dimensión a los políticos que conforman el psuv, porque en un 90% y tal vez más, todos fueron militantes de los partidos que hoy adversan  y señalan como causa de los males de Venezuela, deslindándose, desligándose y rompiendo con un pasado que los incrimina y los hace responsables y peor aún por medida doble, porque ahora son los mismos maulas que dirigen al país y la han hecho peor, fueron responsables en el pasado y lo son en el presente, solo que no tuvieron el valor como carburo el zamuro del cuento de reconocer quienes son y siempre van a tener puesto el traje de gallinas, siendo zamuros empedernidos. 

Aquí lo que queda es hacer una transfusión de sangre completa, porque toda la que tienen está viciada y corrompida, teniendo en su torrente todos los elementos perniciosos de la corrupción y la maldad, encaja  muy bien el famoso refrán venezolano: zamuro cuidando carne.

Estos son los que están en las posiciones cimeras y son responsables de administrar justicia y de hacer prevalecer las leyes. Venezuela patria querida, pueblo amado, solo Dios con su infinita gracia y su poder sobrenatural podrá librarnos de tan horrendo momento.

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo


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