viernes, 29 de diciembre de 2017

¿Qué me asusta?




El olvido no me asusta, la tempestad no me aterra

la soledad no me molesta, ni el silencio me perturba,

las dificultades no me limitan, ni me impiden continuar,

los problemas no me detienen, ni son el punto final.

Si no me recuerdan, no me hacen ningún mal,

si rechazan mi amistad, no es razón de lamentar,

ni por el olvido,  la tempestad,  la soledad o el silencio,

se que estoy hecho y capacitado para avanzar  y vencer,

aprendí que no hay dificultad imposible de pasar,

que no existe problema que no se pueda resolver,

me atemoriza la vida sin esperanza y sin sueños por realizar,

tal vez esa sea la más  horripilante pesadilla que vivimos,

porque se mató la esperanza y se anularon los sueños,

se le quito al pueblo la capacidad y fuerza para continuar,

quedamos la merced en  manos de infames depredadores,

que no matan el cuerpo, pero destruyen el ánimo,

y muerto no es el que ha descendido al tétrico sepulcro,

es el que vive todavía en cuerpo sin sueños y sin esperanza.



Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.

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