domingo, 31 de diciembre de 2017

INTERPRETANDO EL SILENCIO



Si le preguntas no te contesta con palabras,
le está vedado dar respuestas con sonoridad,
es el amigo callado que todos deseamos tener,
no nos vendería, ni ante la más severa crueldad,
no pronuncia palabras ni para bendecir o maldecir,
el no es cómplice de nada, ni delator de nadie,
es testigo fidedigno de la historia de todo ser,
no es juez para condenar, ni para absolver,
estando presente en cada acción y decisión,
no interfiere para impedir, ni acicatea para inducir,
el no oculta las huellas, ni muestra su impresión,
aunque preguntares en alta voz y con vehemencia,
¿Qué paso? ¿Quién lo hizo? ¿Cómo sucedió?
y lo repitieras hasta perder la voz por el mal uso,
nunca oirás respuesta, él no tiene voz audible,
son los hechos los que darán cuenta del suceso,
las realidades están presentes ellas hablaran,
no desprecies el silencio, él siempre te acompañara,
no lo ignores, él fue, es y será tu amigo fiel,
nunca se impondrá, solo llegara cuando tú quieras,
solo se ira, si en tus elucubraciones lo despides,
siempre regresara sin mediar explicaciones,
haciendo compañía, sin permitir que la ansiedad,
tome ventaja sobre tu vida y traiga desolación,
no quiere para ti mal, sino abundante bendición.
que buen acompañante eres de nosotros, silencio,
debemos aprender a vivir contigo y nunca sin ti.

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.




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