miércoles, 31 de agosto de 2016

SI SENTIMOS HAY VIDA Y HAY ESPERANZA.



Cuando no se tienen emociones, es porque somos cadáveres insepultos.

Nunca está prohibido sentir, lo contraindicado es permitirle a los sentimientos el control de las emociones negativas, ya que el corazón es engañoso y se comporta como el péndulo del reloj antiguo, está en un continuo vaivén, sobre él no puede ser estructurado un comportamiento racional, porque su constante movimiento hace imposible la estabilidad de cualquiera sea el basamento.

Las corazonadas son como las ráfagas de viento, llegan intempestivas y se van sin explicaciones, lo que queda es averiguar que ocasionaron en su paso arrollador, cuando se deciden situaciones sin ser planeadas y  dan resultado, decimos de manera coloquial, ¡la pegamos!, pero esto es circunstancial y ocasional, en el mundo real no podemos esperar a que las cosas sucedan, sino hacer que sucedan en el 95% de los casos.

Hay guerras porque hubo quien las planifico y las llevo al terreno de los acontecimientos y en muchos casos se acaba, porque un bando extermino, minimizo o sometió al otro, otras por abandono de uno de los contendientes o en último caso por que negociaron el término de la guerra y el inicio de la paz. Cualquiera sea el resultado, se tomaron decisiones, no fueron producto del azar o de la alineación de los planetas los que resolvieron los hechos.

En todo lo que hacemos intervienen las emociones, porque tenemos sentimientos, a veces cuando alguien usa la barbarie, siempre se escucha la expresión: no tiene sentimientos, si los tiene, lo que pasa es que son impíos e inicuos.

El malvado se deleita viendo el sufrimiento ajeno, se especializa en hacer lo perverso, sus pensamientos están enfocados en hacer maestría practicando la infamia. 

Por eso no podemos escuchar y menos seguir a quien  está  a favor de la guerra y en contra de la paz, porque la primera es arbitraria y soterrada con fines oscuros y siniestros, mientras que la segunda es solución unánime de las partes involucradas, es trasparente y su propósito es el bienestar de todos, puede ser que al principio no se obtenga todo lo que se quiere, pero por lo menos se abren las oportunidades a un mundo mejor.

¡Tú decides!


Por el pastor: Fernando Zuleta V.

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