Se va el tiempo
Llega el olvido
Pasa la primavera
Aparece el estío
Surgen las nubes
Opacan el sol
No hay recuerdos
La mente colapsa
El pensar termina
La confusión aparece
Los ojos no perciben
La oscuridad llega
La nostalgia invade
La melancolía surge
No hay coordinación
Caminar es tedioso
Somos invisibles
No somos útiles
Pasamos inadvertidos
La compañía es soledad
El silencio el amigo
Vivimos como fantasmas
Errantes como nómadas
Estamos ateridos
El frio nos paraliza
El calor ha huido
No hay energia
El corazón esta herido
El tiempo lo ha vencido
La sangre no fluye
La piel se deshace
El cuerpo se desintegra
Los sistemas han parado
Es corto el tiempo
Y solo pasos nos separan
Del final del camino
Estando en Cristo
Nada termina
Es el comienzo
De la vida eterna
Y el fin de la terrena
Ya no habra dolor
Se acaba la tragedia
Se termina la queja
Se acaba el llanto
No habra lágrimas
Tampoco sufrimiento
No existe la oscuridad
Solo la luz perpetua
irradiada por el Salvador
Llenando de paz eterna
Toda alma redimida
En la morada celestial.
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo
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