Interactuar con la gente trae un cúmulo de emociones contradictorias, a veces queremos hacer algo por una persona y nos ganamos una reprimenda, a mi se acerco un caballero y me dio la información que al frente de donde estábamos habia un estante haciendo promoción a una determinada marca de café y daban gratis un vaso de la estimulante bebida, acompañado de un rosca de pandequeso.
Le agradeci y de inmediato fui por la dádiva, pensando en un hombre que siempre esta en estos lados y tiene grandes dificultades de locomoción y se defiende lustrando zapatos, que entre otras cosas nunca lo he visto haciendo ese trabajo y siempre me pregunto ¿cómo sobrevive? En realidad hacia poco habia disfrutado de un opiparo desayuno, asi es que busque el piscolabis y se lo di al anciano, que con mucha gratitud lo degusto.
Despues envíe mas personas ha aprovechar la ocación, una de ellas una anciana que vende loterias, hizo caso omiso y se fue para otro lugar, un rato después volvio a pasar por mi lado y le pregunte ¿por qué no fue por el tentempié y su respuesta fue tajante y cortante. ¡Yo no acostumbro mendigar miserias de nadie!. Esto por supuesto me lo dijo en forma de regaño y con visible molestia.
Creo que esta señora no sabe diferenciar entre mendigar o recibir algo que estan obsequiando, el asunto es que el orgullo no es solo de los adinerados o poderosos, aun se ve reflejado en personas que estan en precariedad y piensan que recibir un pequeño beneficio les quita la dignidad.
Vivimos en un mundo lleno de contrastes, estamos rodeados de personas con distintas condiciones, que ven las cosas con una óptica diferente, pero ante toda esta divercidad de ideas, pensamientos y reacciones de índole opuestas, tenemos que aceptar el consejo bíblico:Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros ( Colosenses 3:13)
Necesitamos aprender a ser tolerantes, aunque alguien la definio como la virtud de los débiles. La tolerancia no implica debiĺidad, sino grandeza de espíritu, una persona tolerante ha vencido su ego y se ha hecho señor de sus flaquezas. Tolerar significa tener resistencia para soportar las nimiedades que brotan del orgullo ajeno.
Se presentan cantidad de situaciones en el camino que no tenemos presupuestadas y bastante desagradables, pero de igual manera tenemos que ser testigos presenciales, gusten o no, nos toca verlas, las opciones seran ignorar los sucesos, pasar por alto el acontecimiento, haciendonos la vista gorda, porque a decir verdad, no es aconsejable tomar partida en muchas acciones de los demas.
Un amigo me dio un consejo, el me advirtió: cuando tengas que orientar a otro, debes hacerlo desde tu oficina o en último caso de un lugar neutral, nunca de la residencia del que quiere asesoría, porque el tiene la autoridad en ese lugar y si no esta deacuerdo con lo que le indicas, te puede votar del lugar sin contemplaciones. En el sitio donde tu tienes la autoridad nunca pasara eso, después me di cuenta que mi amigo no siguió sus propias reglas, porque lo llamaron a servir como intermediario en una disputa de una pareja en su casa y alli estaba armado tremendo zafarrancho y mi camarada fue el que llevo la peor parte, cuando la refriega tomo visos de agresividad y el, en medio tratando de evitar la confrontación física fue alcanzado por um objeto contundente en la cabeza que lo dejo examine en el suelo y despues de ser trasladando al hospital, fue necesaria una sutura de ocho puntos para cerrar la herida y buen tiempo tomando medicamentos para el dolor de cabeza y antibióticos para evitar males mayores.( El proyectil que causo la herida fue la tapa de una olla a presión).
Traigo este relato a colación como modo ilustrativo de los peligros que podemos enfrentar cuando queremos ayudar a otros, ¡ayudar, puede resultar peligroso!, pero quien tiene vocación de servicio, eso no lo amedrenta, ni es óbice para hacerlo.
Ser cuidadoso debe ser una norma que jamas debe de obviarse, y seguir reglas que establezcan con caridad mecanismos de defensa para proteger la integridad fisica es en absoluto necesario.
El mejor ejemplo de los peligros que se enfrentan para traer beneficios a los demas, lo dio El Señor Jesucristo, le costo nada menos que dar su vida, pero eso nunca fue motivo que lo amilano o le impidió cumplir su propósito eterno de redención de la humanidad.
¿Qué harás tu, para corresponder a tan grande demostración de misericordia y amor?
¿ lo rechazaras, lo ignoraras, lo despreciaras?
La decisión de Dios fue salvarte por medio de su Unigenito Hijo, Jesucristo.
¿cuál es la tuya?
¡BENDICIONES!
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.
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