Hoy fui testigo de la virulencia que causa el abuso de quiénes se creen superiores o piensan que se puede pasar por encima de los demás porque no se esta deacuerdo como son o porque no nos agrada la forma de vivir que han elegido.
Por el lugar donde giro con regularidad vendiendo mi granjeria, hay una persona que destaca, a simple y desapercibida vista es una despampanante morena de cuerpo con aspecto de pasarela, siempre esta vestida con elegancia y con atuendos modernos y la moda.
Lo insólito del caso es que ella no es fémina sino, un trasgenero, aunque mas de uno al verla se puede confundir, a mi me apercibio un trabajador informal en una ocasión que paso delante de nosotros diciendome: ¿qué te parece ese hembron? Añadiendo a continuación es un travesti.
Me quede un poco desubicado, porque su apariencia es muy engañadora, después todos los dias siempre me la encuentro, nunca estare conforme con esta conducta antinatural, pero tampoco podria usar ninguna forma de retaliacion y menos hacer oprobio de ella. Un ser humano merece respeto independiente de su condición por ser un individuo hecho a imagen de Dios, que su comportamiento este reñido con la semejanza al Sumo Creador, no es razón suficiente para hacer escarnio de el, podemos notar su desvio del propósito divino, pero este motivo nunca debe ser una ocasión para menospreciar, hacer mofa o descalificar, todo seguidor de Cristo se sentira impelido a pedir al Sempiterno Señor misericordia y no juicio.
El asunto es que desapruebo con enfasis ha un parroquiano que tal vez con deseo de notoriedad quiso llamar la atención cometiendo una accion deleznable contra el transformista, aparte de que con una ristra de palabras obscenas lo menosprecio catalogandolo de vil, depravado y demas calificativos peyorativos, no quedando conforme tambien actuo de manera física haciendolo de los glúteos mientras lo insulta con saña.
La reacción no fue pacífica de la víctima de la discriminación y el señalamiento abyecto, sino que con un vocabulario del mismo calibre de su victimario fue a la acción dándole un tremendo bofetón que sonó con estruendo retumbante.
Ahora los testigos de este lamentable suceso, hicieron su comentario y evaluación, oi decir el adagio: el que busca encuentra.
Lo cierto es que la respuesta inmediata del que paso de agresor a agredido tampoco se hizo esperar y sacando de su cintura una lezna para responder con más dureza al agravio, porque es seguro y conocido por propios y extraños que la violencia engendra mas violencia. Al estar a horcajadas en una motocicleta esto le resto una respuesta rapida propiciando que el agresor se pusiera lejos del alcance y maldiciendo, vociferando y anunciando venganza se alejo del lugar.
La pregunta es: ¿finalizo la pelicula? ¿o se presentara una continuación?
No podemos esperar que al tratar a los demás con altaneria y desprecio, su respuesta sea comprensiva y tolerante, la conseja dice: no podemos ir esparciendo espinas por el camino, porque no sabemos si nos toca volver descalzos y la Palabra de Dios declara: el que siembra vientos, recoje tempestades(job 15)
Bendiciones.
Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.