Con esa pregunta me abordo un adolescente
ayer lunes 14-07- 14 en la tarde en el bulevar de
Catia, a lo que le respondí ¡explícamelo!, de inmediato comenzó una disertación
aclarando que en el tratado que ponía en
mis manos estaba bastante clara la respuesta a la pregunta y era el tema
principal en el. Después de escucharlo con atención me pregunto ¿quiere que ore
por Ud. o su familia o alguna otra necesidad?, a lo que asentí indicándole que
lo hiciera por mi familia, me sorprendió que comenzó a hacer señas y en un
momento llego la ayuda que deseaba, se trataba de un equipo compuesto por otros
cuatro personas incluida una joven y un niño y dirigiéndose a ellos les dijo: el
señor quiere que oremos por él y su familia, me hicieron un cerco y comenzaron
a interceder y entre otras cosas le dieron gracias a Dios porque había escuchado
el mensaje y ahora era su hermano en Cristo. Después me dieron las indicaciones
en donde estaba situada su congregación, afirmando en reiteradas ocasiones, que
eran jóvenes y que no sentían temor o vergüenza de predicar el evangelio.
Me llamo poderosamente la atención
el desenfado, la seguridad y la sencillez con que comunicaban las buenas
nuevas, características que deben tener en cuenta todos aquellos que deseen
hablar de la salvación por medio de Jesucristo, sin poses ni estereotipos y con
palabras que estén respaldadas por la Biblia, como cuando tomando la Palabra me
señalo el texto que decía: mas a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Su ejemplo debe ser seguido, no
solo por otros jóvenes, sino por toda la iglesia, no con la idea de obtener
resultados, porque esa premisa convierte a las personas en un número y no es números
lo que debe ser la meta de la iglesia,
sino personas redimidas que es el objetivo de la existencia de la iglesia y la razón
principal por la que la fundo El Señor Jesucristo. El reino de Dios no se
conforma por la multitud de personas en la congregación, sino por la cantidad
de redimidos que hay en ella.
Hay varias conclusiones que
obtuve de esta buena experiencia:
_Una iglesia que anima e impulsa
a sus jóvenes a hacer evangelismo está cumpliendo la razón de su existencia.
_ Cuando los equipos son mixtos,
como con el que tuve la oportunidad de compartir, es una iglesia que confía plenamente
en la transformación que ha hecho Jesucristo en las vidas de sus militantes.
_Cuando una iglesia envía a la calle
sus miembros a trabajar en la evangelización, está expandiendo el Reino de
Dios, combatiendo las tinieblas y goza de buena salud espiritual.
_ La iglesia que evangeliza exalta al Señor, lo honra y glorifica, pues está cumpliendo su expreso mandato:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
_ La iglesia que evangeliza está
poniendo en práctica la enseñanza que recibe y hace que la vida espiritual
fluya como corrientes de agua viva.
Finalmente quiero felicitar a
toda la congregación por tener una idea clara de cuál es su verdadera misión terrenal
y de manera especial a: Asael Aparicio, José Moncada,
Jhame, Yamilet Fernández y al chipilín que los acompañaba.
Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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