"Prefiero una libertad peligrosa, a una esclavitud tranquila", son palabras atribuidas al prócer ocumareño Tomas Lander, cuando dirimía literalmente las batallas por la libertad del pueblo venezolano, en la época de la independencia, pero en estos momentos se habla y se asegura libertad total, donde no hay cotos ni mojones, que limiten el libre transito, por el territorio nacional según lo establecido en la Carta Magna, si así, son las leyes que nos rigen y tienen como garante al Estado ¿por que hay instaurados grupúsculos en círculos concéntricos de poder en los pueblos y ciudades que someten a las personas a la tragedia de coartar su libertad y su desplazamiento normal?
Hay ordenanzas claras y demarcadas en todos los sectores, los de arriba, se les esta prohibido, pasar la linea divisoria de los de abajo y lo mismo a la inversa, los del barrio tal, no pueden venir al nuestro, ni los de aquí pueden ir allá, sin que la Constitución Bolivariana, envidia y asombro de una pléyade de connotados y excelsos jurisconsultos a nivel orbital, loada y exaltada como un documento de grandes pergaminos, que entre otras maravillas pregona, impulsa y exige la igualdad de todos los venezolanos, sin que tenga establecido la pena capital por ningún delito, pero en estos lugares se paga con la vida la osadía de pretender disfrutar de un derecho constitucional, como es el libre transito. El toque de queda es permanente en todos estos sectores, algo que solo esta reservado, para ser aplicado en situaciones muy puntuales y por el gobierno, cuando las circunstancias de extrema peligrosidad lo exijan.
Encontramos alcabalas, puntos de control y una serie de medidas arbitrarias y vejatorias, reñidas con el derecho a la vida en libertad y paz; ¿cuales son las respuestas de los responsables de garantizar los derechos de los ciudadanos consagrados en la Constitución Nacional?-- eso es consecuencia de la generación pasada, si eso es así, todos los progenitores de la nueva jerarquía política deben de ser juzgados, llevarlos al patíbulo y hacerlos responsables de los desmanes del presente.
Pero no deja de ser un burdo escapismo, tal pretensión, porque es a nosotros en tiempo real que nos toca, atacar y dar solución a la problemática del momento. Mirar hacia atrás, para culpar de los males del presente a los que nos antecedieron, es reconocer tacita y legalmente la incapacidad para gobernar viviendo a la sombra de un pasado silencioso que nos atormenta.
Mientras invirtamos el tiempo que nunca regresa, las energías que van disminuyendo a diario, los recursos económicos que se van escaseando progresivamente y toda una maquinaria que se desgasta con el uso, para desprestigiar, hacer ver y creer que nada a servido en el pasado inmediato, estamos desaprovechando la mas grande de las oportunidades, para enmendar los errores de ese pasado, sacar múltiples conclusiones aleccionadoras que nos enseñarían , a no repetirlos en el presente y legando un precedente, para las generaciones de turno que los libre de tiempos aciagos como los que vivimos; con endilgarle a otros la responsabilidad por lo que no somos capaces de hacer, no lograremos cambiar la situación, nos molesta tanto el pasado que párese que es un reflejo de nosotros mismos. Los psicólogos lo definen como proyección, que es atribuir a otras personas y objetos los sentimientos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. En un incendio en lugares cerrados, lo que impide el escape, es el humo, porque no deja ver la salida, de la misma manera mientras estemos usando las flamas de la descalificación, del dedo señalador, culpando a otros de nuestros males, no encontraremos la salida para escapar de las llamas que cada día inflamos con los comentarios mordaces y una verborrea incitante que aviva las bajas pasiones de las mentes débiles, proclives a la alienación y aunque no fuimos los provocadores del siniestro, las consecuencias si las recibiremos completas, porque hicimos poco para sofocarlo y mucho para que permaneciera.
La saña y la sevicia con que vacían los cargadores de las armas los que quieren eliminar a otros, no tiene parangón con nuestros antepasados, ni con la historia del nuestro pueblo venezolano, hay en los angustiadores de oficio una ira tan profunda y arraigada, un resentimiento social tan abismal que seguramente creen que a nadie le importan y por consecuencia a ellos nadie le importa.como fenómeno social debe ser estudiada muy profunda y seriamente por las ciencias sociales (psicología, sociología, antropología, etnografía, historia, economía, derecho) porque estamos muy cerca de una hecatombe virulenta de vastas proporciones. ¿Que esta pasando? un energúmeno conductor atraviesa su vehículo impidiendo el transito en ambos sentidos; de una manera muy elegante pero irónica un transeúnte le dice: tu eres bastante inteligente, ahora ni avanzas tu, ni dejas avansar a los demás; la andanada de palabras obscenas y la ristra de vocablos soeces, se hace ilimitada, mas bien parece que se hubiera destapado la caja de Pandora, liberando todos los demonios de la mas baja calaña de que se pueda tener conocimiento.
¿Qué esta pasando? Hay una cola vehícular donde era imposible avanzar, sale de su auto un furibundo conductor y con una pistola de alta potencia, hace dos disparos al aire, pronunciando las palabras: ¡para que respeten! Nadie sabe que lo llevo a esa reacción poltergeist, pero como hombre armado, debe sentirse con el poder para intimidar, infiltrar, asustar o causar terror, cuando se le antoje al que quiera y en el lugar que desee, esa sera su ley motive.
¿Qué esta pasando?. Estando en una céntrica calle caraqueña esperando el cambio de luces, son apuntados con armas de grueso calibre a las cabezas los pasajeros y el conductor de un taxi, con la exigencia de abandonar el vehículo inmediatamente, ¡con esa amabilidad! ¿Quién no obedece al instante? después puestos con las manos contra el auto, pesquisados y asustados se les piden documentación, para tranquilidad de las horrorizadas victimas, son policías los que cometen la violatoria acción a los derechos humanos y para asombro de los implacables servidores publicos, los pasajeros resultaron ser instructores en la prevención del manejo de armas de fuego, de nacionalidad mexicana, contratados por el gobierno venezolano, para dar conferencias a la policía nacional, a tales fines, lo que causo un efecto de choque en los agnegados protectores de la comunidad, obligandolos a pedir perdón a los pasajeros algo verdaderamente fuera de lo común, en los componentes de estos cuerpos represivos, al taxista que casi le producen un ataque al miocardio, como era un Juan bimba solo le dijeron a manera de consuelo, ¡pensamos que lo llevaban secuestrado!.
¿Que esta pasando? ¡No estamos viviendo una libertad peligrosa, si no una tirania peligrosa! ¿El gobierno los persigue alevosamente? No, El gobierno no se mete, eso es harina de otro costal. Es el hampa la que nos tiene sometidos a una tirania peligrosa, tenemos libertad completa decretada por el gobierno y establecida constitucionalmente, y abolida por el hampa en referéndum, revocatorio por el poder que tienen las armas en manos de los amos del valle.
En las tribunas, en las asambleas, en todos los foros, congresillos y lugares de donde se pueda hablar publica y privadamente, se escuchan los discursos y oratorias retoricas, pero mas que todo demagógicas, reiterando hasta el cansancio que disfrutamos de una libertad tan exuberante y completa, como nunca antes existió, aquí no hay presos políticos, ni de conciencia, a nadie se priva de la libertad por disentir o por expresar sus ideas, pero es el pueblo soberano que a tomado la excéntrica decisión de tener el barrio o la casa por prisión, es el soberano, por gozar de una libertad excesiva ,que se a auto-impuesto las medidas restrictivas y coercitivas en uso de su soberanía plena y completa, como única alternativa para preservar la vida, no estamos obligados a nada, vivimos como nos plazca, somos el soberano y hemos dictaminado no salir de los hogares en horarios comprendidos de 6pm a 6am , todo en ejercicio de la ultra-soberanía de que disfrutamos, especialmente por motivos de salud pública, no queremos exponernos a la epidemia, que esta produciendo tanta muerte súbita.¿Hay peste? si, una altamente destructiva e inmisericorde que ocasionan las balas de los desadaptados sociales que pululan, por las barriadas de nuestro país y para los cuales no hay medios para detenerlos impidiéndoles que continúen ejecutando la macabra danza de la muerte al acorde destemplado del ruido amenazante y del accionar de sus mortíferas armas.
Por el pastor: Fernando Zuleta V
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