Soldados desde lo alto de estas pirámides cuarenta siglos de historia os contemplan", palabras con que arengo el gran corso a su ejercito, antes del triunfo en la batalla de las piramides en Egipto, en su estilo mas depurado de caudillo innato.
Napoleón no volvió a repetirlo nunca, pero aquí se oye todos los días la misma tautología." venezolanos cuarenta años de historia ignominiosa nos persiguen y nos impiden ser lo que debemos ser. Allá la historia los contempla, aquí la historia nos destruye.
Los enemigos no son los hechos pasados, sino nosotros mismos que no aceptamos la realidad presente, los fantasmas del pasado surgen, para llenarnos el camino de alucinaciones y cual quijotes que perdimos la razón peleamos contra molinos de viento, creyéndolos gigantes que quieren destruirnos, estos enemigos son virtuales, pero nosotros tenemos el poder para hacerlos reales, cuando dejamos que se conviertan en una obsesión que anule el razonamiento y se transformen en una fortaleza mental.
Tener la mente en el pasado es levantar una muralla infranqueable, que impedirá las realizaciones del presente ensombreciendo la visión del futuro.El pasado es un ancla pesadisima que muy difícilmente podemos arrastrar, se constituye en un lastre que impide el movimiento y aminora las fuerzas. Si queremos avanzar se hace imperativo despojarnos de la sombra fantasmagórica que nos envuelve el pensamiento al mantener vivo el recuerdo de épocas tenebrosas, es entonces necesario como acción profiláctica para la buena salud mental olvidarnos del pasado.¿ Como? ¿ Lo borraremos de la mente y lo eliminaremos de la historia? No necesariamente, sino que no debemos permitirle que se entrometa en lo que hacemos hoy, porque siempre torpedeara toda decisión que se dirija al futuro; pasado y futuro son opuestos, todo lo que esta en los extremos es diametralmente opuesto por lo cual se repelen entre si y la misión del antagonismo es destruir lo que es opuesto, los recuerdos constantes de lo dañino y perjudicial crean un adicción peligrosa, que puede desenfocar en la esclavitud mental, de ello Confucio dijo: los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
El gran Tagore lo expreso poeticamente así: no llores porque se oculta el sol, que las lagrimas no te dejaran ver las estrellas. y filosofalmente Confucio así : el sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño echo, porque el hombre cauto jamas deplora el mal presente, emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.
El hombre visionario ve el futuro, el mediocre el pasado, no mires el principio, mira el final, la luz no emerge al principio del túnel sino al final. Cuando tenemos la mirada puesta en el objetivo final podemos ver todos los obstáculos que inevitablemente se erigirán en el recorrido, pero al identificarlos uno a uno serán derribados
y la victoria total sera el premio al terminar el camino.
Por el pastor: Fernando Zuleta V
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