Hemos sido invadidos por una plaga apocalíptica, que muy bien camuflada e infiltrada en todos los estamentos de la sociedad, hace estragos creando miseria, que generalmente no es consecuencia de de falta de oportunidades, sino producto de una tergiversación de los valores: el consumismo.
Las arremetidas de las osadas promociones comerciales en la TV .con intervalos tan cortos entre una y otra que no dejan pensar, saturando literalmente las mentes, oprimiéndolas de tal manera, que prácticamente son llevados coercitivamente a comprar artículos, que no cubren necesidades básicas y ni son útiles mayormente, pero que constituyen el arsenal principal de los expertos en mercadotecnia, capaces de vender cualquier baratija, como algo esencial e indispensable para subsistir; los especialistas en marketing hacen estudios profundos de la idiosincrasia de los pueblos, de sus estilos de vida, poder adquisitivo, lo mismo que las inclinaciones a lo superfluo, innecesario o suntuoso y de esa manera planifican las campañas publicitarias enredando en la telaraña a cantidades de desapercibidos clientes que creen que es una norma de la vida comprar productos, que muy hábilmente sus fabricantes llaman de consumo masivo o indispensables.
La famosa mora negra (BlacKBerry) que fueron ideados para altos ejecutivos, cuando llegaron al mercado venezolano, despertaron un furor tan inusitado, que seguramente el que no tenga uno, lo ven como un pelafustán, (me incluyo entre ellos), tremendo negocio que hicieron las compañías productoras del artefacto, seguramente que jamás pensaron que hasta los de a pie recortarían gastos de primera necesidad o se endeudarían, para entrar en el fabuloso mundo de la blacKberrymania. Si verdaderamente queremos salvaguardar el exiguo patrimonio de muchas personas, que no tienen la fortaleza mental para contra restar la avalancha incesante de promociones engañosas y truculentas de productos ideados única y exclusivamente para hacer fortuna, mal ávida por cierto, porque todo lo que se hace con engaño es ilícito, por tanto es necesario que los encargados de tan anunciada y promocionada oficina de la protección del consumidor, meta la lupa en todos aquellos productos que solo representan beneficios a los fabricantes y ninguno a los consumidores.
La recesión económica planetaria, no a desestimulado el consumismo entre nosotros, y parece que no se ha inventado una vacuna capaz de contrarrestar la fiebre, que sube la temperatura hasta llegar al delirio por gastarlo todo cuando se tiene dinero contante y sonante, cuando comienza el mes de octubre, empiezan los escarceos para gastar las utilidades y de una vez hacen su presentación en escena un sin número de ideas e invitaciones para que dilapiden todo en un santiamén. El resultado es que cuando se termina el año lo poco que queda se tirar por la poceta en la celebración del fin de año.
Hay tres cosas que en mi observación he podido entender que hace que las personas sean prosperas económicamente hablando: el trabajo, el ahorro, y el comportamiento ético-moral de los individuos. Puede que haya mucha discrepancia con mi opinión, pero es lo que objetivamente he podido entender, recuerde que su concepto es igualmente valido.
No debemos confundir lo que son necesidades básicas, con ostentación y despilfarro o mala administración, que es la piedra con que nos golpeamos todos los días, pero igualmente no aprendemos a esquivar. De regreso al sofisticado blackberry, con el extraordinario GPS (Sistema de posicionamiento global) se le ha otorgado a los atracadores una herramienta poderosa y los ha convertido en innovadores a la hora de asaltar un vehículo de pasajeros, cuando lo abordan tienen activado el GPS e inmediatamente todo celular encendido con ese sistema y también con el bluetooth, son detectados por los antisociales y no pierden mucho tiempo averiguando, sino que sin anestesia, pronuncian la ominosa frase, esto es un atraco y hay tantos blackberrys por lo cual entréguenlos o si no… comienza la letanía de improperios y el amedrentamiento, para causar pánico y terror y de esa manera simplificar y obtener el botín lo más rápidamente posible.
Recomendamos que cuando salga a la calle, si lleva alguno de estos equipos, manténgalo apagado, porque también al detectar a algún portador lo seguirán cual perros cazadores hasta encontrar la oportunidad para despojarlo de el. Evítese males mayores, solamente úselo cuando este en casa, con las puertas y rejas bien aseguradas y si tiene un cuarto a prueba de bombas mejor.
Nunca haga competencia con otros para ver quien tiene mejor equipo, celular, computadora, tv, moto, carro y muchas otras cosas que solo estimulan la vanidad y el egoísmo, si Ud. Es de los que se deja impresionar por lo novedoso y tiene la tendencia de querer adquirir cada cosa que salga nueva al mercado, su enfermedad se llama calentura crónica de consumidor y el síndrome se manifiesta con el aparentismo, gastar todo nuevo ingreso, lo que los economistas llaman propensión marginal al consumo y adquirir deudas para comprar sin necesidad y compulsión por tener casi siempre lo que no se necesita, los sicologos lo definen como conducta adictiva y obsesiva irresistible ante la fascinación que ejercen los productos, si presenta alguno o varios de estos síntomas busque ayuda psicológica inmediatamente. Los que ganan con esto siempre serán los productores y vendedores y mientras ellos cada día son más acaudalados y los que caemos en su trampa más pobres
Seguramente muchos de estos artilugios nos hacen sentir muy vanguardistas y ufanos por tenerlos, pero si tú no has suplido las necesidades fundamentales personales o la de la familia estas incurriendo en grave error, siempre será más importante el bienestar y seguridad de los tuyos que la satisfacción y la auto-complacencia.
La publicidad no te ve como individuo, sino como cliente, a ella no le importa un cambur quien eres lo que le importa es que seas un consumidor de su producto y muchas cosas que has comprado no han perdido su funcionalidad y utilidad, sino que como hay otras nuevas las que tienes ya no se ven tan atractivas y ahora las consideras como objetos de museo o de la era antediluviana y justamente eso es lo que persigue la publicidad, hacerte consumir lo que no necesitas o a veces ni te gusta. No le sigas el ritmo, véncelos elije tu mismo lo que verdaderamente necesites y no lo que los demás quieren imponerte. ! INDEPENDIZATE¡ Por el pastor: Fernando Zuleta V.
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