domingo, 11 de diciembre de 2016

MÉTODOS EQUIVOCADOS:LA BÚSQUEDA DEL CONOCIMIENTO


El hombre siempre ha elegido de manera general obtener logros y conquistas con los métodos equivocados, partiendo del principio de querer conocimiento en grandes cantidades y en dosis pequeñísimas sabiduría, la razón para ello es la empecinada idea de querer vivir independiente de su Hacedor. Con esta reiterada y obstinada decisión se excluye a si mismo de la inigualable oportunidad  de ser sabio, por cuanto rechaza beber de la sola fuente de sabiduría existente en el universo  y si no quiere tomar el agua del único manantial verdadero, es irremediable que morirá de sed al rechazar ese arroyo que fluye en toda la dimensión cósmica para dar vida eterna, condición sine qua non para recibir sabiduría .

El principio de la sabiduría es el temor de Dios; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza ( pr. 1: 7).  Queda claro que el hombre se inicia en el camino de la sabiduría cuando se encuentra con su Creador y acepta andar en la travesía de la vida asido de la mano guiadora del Señor Creador del universo y de todo cuanto existe, es el único que puede darnos la capacidad de entender los secretos que guarda este cosmos infinito, pero sin discusión alguna sometiéndonos a sus normas y preceptos. 

El autor de cualquiera sea la obra es el mas idóneo para explicar su alcance y objetivos, al haber sido el creador de cada pieza para que engrane a la perfección y sea de utilidad, sin embargo los seres humanos obviamos este pequeño detalle con el Arquitecto del Universo y con altanería queremos darle el uso que nos plazca a tan monumental diseño, sin tener en cuenta a quien lo hizo y menos consultar el manual de funcionamiento que indica como aprovechar en óptimas condiciones todo su potencial inconmensurable.

Profesando ser sabios, se hicieron necios ( rom 1: 22 ) esta sentencia bíblica, sintetiza con elocuencia majestuosa el grado de insensatez del hombre al rechazar el ofrecimiento de su Creador de vivir en armónica relación con El.

Todo por la malsana propensión a hacer las cosas como bien le parezcan y a vivir sin dar explicaciones por su comportamiento, conclusión por demás errónea, habida cuenta que no es asunto sujeto a su aprobación, porque este de acuerdo o no, un día tendrá que enfrentar el tribunal divino para rendir cuentas ante El juez justo del universo, sean buenas o sean malas. 

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo

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