miércoles, 7 de diciembre de 2016

AUSENCIA DE VALORES


Me encuentro en el terminal de pasajeros de Ocumare del Tuy, en busca de azúcar, especie bastante difícil de encontrar en estos días en supermercados y abastos, pero vendida en minúsculas cantidades por cientos de especuladores a precios exorbitantes con libertad plena en las aceras de las calles mas concurridas del pueblo. Estoy averiguando el precio con un chupa sangre de estos, cuando llegan 3 funcionarios (policías) y se entabla la conversación, uno de los abnegados servidores públicos dice: ayer tuvimos problemas con la negra,  se quiso levantar ( debe ser amotinar) pero si ella es malandra ...remacha el ético servidor, tu sabes que yo soy mas malandro que ella. Palabras mas palabras menos, hablare con ella, agrega el acaparador,al parecer es una encargada del negocio cuando no esta el jefe, luego que se marchan este trió de sacrificados defensores de la justicia, dirigiéndose a mi me dice: con ellos no hay problema, son cursos míos, de manera que este usurero profesional hizo la maestría ejerciendo el cargo de funcionario publico y no solo conoce todas las triquiñuelas de los bajos fondos,sino que es apadrinado y protegido por sus ex compañeros.  

¿como escaparemos de las garras de estos criminales que conjugan placas, armas y  puestos de autoridad con inescrupulosos estafadores para saquear los rotos bolsillos del común y sufrido pueblo venezolano?

Después de pagar bs2.800 por 400 grs de azúcar, me fui a buscar pan y entre todas las panaderías que encontré hasta llegar al centro elegí la que se veía con la cola mas corta, averigüe la hora y eran las 6 pm, a las 9: 35, mas de tres horas después estaba al fin con los ansiados panes pagando su precio en la caja, pero justo antes de entrar al local apareció una joven de unos 15 años y se me puso adelante con otros dos jovenzuelos, cuando le reclame, ella  en términos muy poco amables me aseguro que estaba en la cola, cuando yo tenia casi 4 horas y jamas la había  visto por el lugar. 

Al final me puse e camino a casa y a unas pocas cuadras del lugar veo que viene un vehículo tratado de llamar mi atención, haciendo cambio de luces,tocando la corneta y aminorando la velocidad,al mismo tiempo que se oía una voz que gritaba eyeyey, cuando me aparejo, espeto  cualquiera cantidad de vulgaridades e improperios,  la persona que va en la parte derecha y delantera del carro, me doy cuenta que es la fulana chica de la panadería, que consiguió una ocasión propicia para descargar toda su frustración y resentimiento acumulado en su interior con  que la ha envenenado esta sociedad en  crisis y carente del mas mínimo valor ético, moral y espiritual.

Saque sus propias conclusiones, y medite hacia donde va y se dirige esta sociedad sin Cristo.

Por el pastor: Fernando Zuleta V.


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