martes, 27 de diciembre de 2016

EL AMOR, LA MISERICORDIA Y LA SANTIDAD


 ¿Por qué se habla tanto en estos tiempos del espíritu navideño y después de pasado el mes de diciembre se esfuma, como la niebla cuando sale el sol ?

Su especial temporada viene acompañado de la motivación al servicio fraterno, practica del amor, demostración de la misericordia y el augurio de buenos deseos, la pregunta obligada es ¿ y el resto del año no es tiempo propicio para manifestar las mismas intenciones?

Tener tiempos de recogimiento espiritual y épocas específicas para hacer ciertos ejercicios espirituales es el resultado de dogmas religiosos que ilustran con claridad, lo vano, lo engañoso y lo fraudulento de la religión. Vano por cuanto es por medios humanos que se quieren conseguir objetivos divinos, engañoso porque se usan métodos terrenales para tratar de alcanzar lugares celestiales, fraudulento por la sencilla razón de negar la verdad de Dios y aceptar la mentira del hombre.

La religión por ser una invención humana adolece de fallas garrafales, porque entre otras cosas pretende hacer el camino hacia la eternidad con materiales perecederos y con capacidades propias de los seres humanos, olvidando  que quien descendió y regresó al cielo, es el único que conoce  el camino y sirve de guía para llegar allí.

El amor, la misericordia y la santidad por ser atributos divinos y transferibles al hombre nunca son desprovistos de su esencia y naturaleza, y permanecen inalterables, por lo cual no están supeditados a la intermitencia en el tiempo, a un lugar específico en el espacio o a una élite humana exclusiva, la existencia del amor es eterna, la misericordia se renueva cada mañana y la santidad Dios la exige como conducta permanente al ordenar: sed santos, porque yo soy santo. ¿Donde aparece la más tenue o leve insinuación a que la práctica de estos atributos divinos son ocasionales o temporales?

La llamada semana santa es una medida de tiempo religiosa, que invita a sus seguidores a vivir ese espacio  en la purga del pecado por medio de hacer y cumplir promesas o de realizar ciertos ritos y sacrificios para ganar la aprobación divina, dejando y relegando el único sacrificio que tiene méritos reales y aceptación de Dios, como es la muerte expiatoria de su Unigénito y Único Hijo, EL Señor Jesucristo.
Seguir una religión es andar en dirección equivocada, porque ella es producto de la mente y capacidad humana, seguir a Cristo es el único camino verdadero porque fue Dios quien lo hizo, ese camino es Jesucristo y cada individuo esta libre para elegir su camino ¿ Cual eliges tu?

Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario