La oración crea
una coraza espiritual que reviste a débiles humanos de capacidad para resistir las
poderosas fuerzas de la tentación.
El hombre
sin el poder espiritual esta desprovisto de capacidad para vencer la maldad, habida
cuenta de estar cercado por los cuatro costados y las 24 horas del día por poderosos
huracanes que buscan por todos los
medios desarraigarlo de la roca y
llevarlo por los senderos caprichosos a
la deriva para destruirlo sin compasión.
Sin embargo la
debilidad no es la causa que origina la destrucción de los hombres, sino la autosuficiencia al creerse
capaz de enfrentar solo los avatares que presenta la vida ¿no será el que dio
la vida capaz de preservarla? ¿Por qué no recurrimos al autor de tan preciosa dádiva, para que nos enseñe a disfrutarla? ¿Quién sabe más el Creador de la vida o
la criatura que la recibe?
1 ¿Por qué se amotinan las gentes, y los
pueblos piensan cosas vanas?
2 Se
levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes
consultarán unidos
Contra
Jehová y contra su ungido, diciendo:
3 Rompamos
sus ligaduras,
Y echemos de
nosotros sus cuerdas.
4 El que
mora en los cielos se reirá;
El Señor se
burlará de ellos.
5 Luego
hablará a ellos en su furor,
Y los
turbará con su ira.(salmo 2: 1-5)
El salmista
pregunta ¿qué pasa con la gente? ¿Qué sucede con los pueblos? ¿Por qué piensan
de esa manera? .el verso 3 da la respuesta: rompamos sus ligaduras, y echemos
de nosotros sus cuerdas. Deshagamos todo aquello que nos une a Dios, hagamos
pedazos cualquiera sea el nexo con el Creador, liberémonos de su tutela, no necesitamos
de su compañía, rechacemos su consejo y alejémonos de su presencia. Es la
impiedad manifestada en todo su apogeo, que no quiere saber nada de dependencia
del Hacedor y lleva al hombre a ensanchar el abismo entre criatura y Creador.
Se rompe
todo vínculo y se da inicio al peligroso camino del valle de sombra de muerte
sin protección divina. ¿Será que lo lograra cruzar solo?.
Este es el
estilo del hombre contemporáneo, alejado por completo del Señor, rechazando con
asiduidad su cercanía y compañía. Porque los mandamientos del Señor, estorban
la ejecución de toda practica ´pecaminosa y como mecanismo para defender la
temeridad de vivir al margen de las leyes divinas decide excluirlo y alejarlo
de Él.
Cuando no se
ora se excluye a Dios y se le pone freno
a su intervención en la vida ¿Quién pierde?
Cuando se
hace eso provocamos la risa de Dios y nos convertimos en su hazmerreir. Pero su
risa se convertirá en furor ¡horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!
(heb. 10: 31)
Porque la oración
debilita la fuerza del pecado y fortalece el espíritu humano, es la fórmula
establecida por Dios para que vivamos en victoria, porque, no con ejército, ni
con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. (zac.4:6b)
Así es que cuando oramos nos sometemos al Rey
de reyes y Señor de señores y dejamos la independencia, para proclamar la
dependencia del Sumo Creador.
Por el
pastor: Fernando Zuleta Vallejo.
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