El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.(Jn. 15: 6)
El oxígeno
es vital para tener vida física, la oración es vital para tener vida
espiritual.
Respirar para llenar de aire los pulmones es una operación natural
del sistema respiratorio, orar es una función natural del hombre espiritual,
para estar lleno de las presencia de Dios. Así como el que deja de respirar
muere físicamente, pasa igual con el que deja de orar, muere espiritualmente.
La oración
une el espíritu del hombre con el Espíritu de Dios y hace que esa conexión
espiritual fluya para ser influenciados por la gracia divina del Señor. Por ese
canal espiritual viene el torrente de dádivas para hacer de la vida del
cristiano un deposito inconmensurable de bendiciones, que tiene como propósito
convertirlo en distribuidor al mundo de la misericordia del Señor.
Ya que la
exigencia de Dios es clara al respecto: Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad
demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.( La Biblia de las Américas. Mt. 10:8.)
En la oración
es donde recibimos la capacitación espiritual para ejercer los ministerios,
es en ella es donde El Espíritu Santo da
la unción, para ministrar. Orando es que recibimos la encomienda de Dios para
desarrollar tal o cual trabajo espiritual. Y habiendo orado, dijeron: Tú, Señor, que
conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has escogido (Hechos
1:24, La Biblia de las américas).
La oración
produce una reserva espiritual que nos
ayuda en nuestras debilidades. Se me parece
a una cuenta de ahorros, cuando guardamos en ella en forma consuetudinaria, el
resultado es que va incrementándose y junto a los interese y hay crecimiento
diario, pero si dejamos de depositar se estanca y si decidimos sacar del depósito
a cada momento sin hacer aportes, va menguando hasta extinguirse, el resultado es quedamos sin respaldo económico y
con seguridad si el banco lo permite
endeudados, con déficit. Me parece que con la oración pasa lo mismo, pero aquí el
resultado es peor, porque quedamos sin respaldo espiritual a merced de la tentación,
dando la oportunidad al pecado y a Satanás de arruinarnos la vida y de romper
la relación con Dios.
El mandato bíblico es contundente y claro: orad sin cesar
(1ts. 5:17)
Esto Dios lo
establece porque la mejor barrera de protección que podamos construir en directa unión con
Dios, es la oración, y esa comunión permanente con El Señor, hace las
veces de una capa protectora o aislante contra las asechanzas del enemigo y nos
da capacidad de resistir las oleadas de
ataques que a diario él está enviando contra nosotros. Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros.(Santiago 4:7).
La resistencia
y capacidad para rechazar al enemigo espiritual, solo se obtiene sometiéndonos a
Dios y eso no es otra cosa que estar dependiendo de El en oración permanente.¿
se necesitan más explicaciones al respecto? Entra al cuarto de oración, busca
en Dios las respuestas a tus preguntas y la aclaración a tus dudas y me testificas
del resultado, así contribuyes a mi edificación personal y la de la iglesia en
general, pero el mayor resultado y beneficio será para ti.
Por el pastor: Fernando
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