martes, 12 de septiembre de 2017

LA ORACIÓN (continuación, 3 parte)



La oración es una amplia autopista de doble vía, por cuanto con ella llegamos a la presencia de Dios y lo conocemos de manera personal y directa y de regreso ese conocimiento del Santo, nos enseña a conocernos a nosotros mismos y a entender el contraste entre la santidad y la divinidad del Señor y la pecaminosidad y humanidad nuestra.

La oración nos enseña, quien es Dios, porque con ella entramos al lugar santísimo y tenemos en cada ocasión una nueva manifestación del carácter del Creador y ese conocimiento, es el que produce en nosotros el anhelo por ser santos, la Palabra de Dios declara: el principio de la sabiduría es el temor de  Jehová (pr. 1:7).

El respeto  y el temor a Dios se obtiene por el conocimiento que tengamos de EL. Cuando los hombres no le temen a Dios, no lo conocen, ignoran su existencia o han buscado el camino equivocado para seguirlo, esto ha dado origen a la proliferación de religiones y las religiones surgen porque el hombre hace el camino para encontrar a Dios y eso está opuesto en su totalidad a los designios de El, por cuanto El hizo el camino por medio de su Hijo Jesucristo y este estableció  los parámetros para que pudiéramos mantenernos en él. Nadie más está autorizado a mostrarnos el camino al Padre; solo el que vino del cielo, conoce el camino de regreso y puede darnos mandamientos y directrices: El Señor Jesucristo.

Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra lo declara Jesús, pero con mucha anterioridad el decreto había sido establecido, cuando Dios testifica diciendo:

Yo publicare el decreto; Jehová me ha dicho:
Mi hijo eres tú; yo te engendre hoy.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
y como posesión tuya los confines de la tierra.
Los quebrantaras con vara de hierro;
Como vasija del alfarero los desmenuzaras.(salmo 2: 7-9)

Terrible sentencia para los que rechazan la bondad y misericordia de Dios.

Hay dos tendencias opuestas y por consiguiente darán resultados contrarios;
Para ponerlo en términos simples, Dios por extensión a le dice todos sus hijos: búsquenme en oración y tendrán todo lo que pidan. Ignorarme sera traer sobre ustedes, la tragedia, el dolor y la amargura.

Buscar a Dios y  tener comunión con El trae recompensas infinitas, alejarnos de Él y desecharlo trae consecuencias catastróficas incalificables.

Tenemos el privilegio de tener a Dios, grande en misericordia y clemente y tardo para la ira y a pesar de cuantos errores y  fallas tengamos extiende sobre nosotros el ramo de olivo de la paz declarando:

Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.(salmo 2: 10-12)


Por el pastor: Fernando Zuleta Vallejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario